Varias decenas de ensayos están en marcha en todo el mundo de nuevos tratamientos cada vez más precisos y personalizados contra la esclerosis múltiple, lo que ofrecen un escenario alentador para los próximos años en una enfermedad compleja que habitualmente afecta a gente joven.
«El escenario es alentador, pues ya disponemos de terapias y continúa habiendo mucha investigación en esclerosis múltiple; siendo optimistas, seguramente, tendremos aún más fármacos» en el futuro, ha explicado a EFE el jefe del servicio de neuroinmunología y esclerosis múltiple del Hospital Josep Trueta de Girona, Gary Álvarez.
Es uno de los 9.000 participantes del European Committee for Treatment and Research in Multiple Sclerosis (ECTRIMS), el congreso internacional más importante dedicado a la investigación y tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) que se celebra esta semana en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB).
El congreso, que dura hasta el viernes, incluye más de 2.500 resúmenes científicos, 223 ponentes internacionales, sesiones plenarias, talleres prácticos y encuentros con expertos.
También sesiones sobre temas como la función cognitiva en esclerosis múltiple, el tráfico celular y las células inmunitarias en el sistema nervioso central, y los nuevos anticuerpos monoclonales y terapias CAR-T, entre otras novedades.
Asimismo, hay un espacio para los pacientes, el Patient Community Day, para que puedan conocer los últimos avances y novedades en el tratamiento y la investigación de forma accesible y participativa.
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La EM es un trastorno en el cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca la cubierta protectora de las células nerviosas del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal, llamada vaina de mielina.
Los síntomas pueden ser variados, como pérdida del equilibrio, espasmos, entumecimiento o sensación anormal en cualquier zona, problemas de movilidad o coordinación, depresión, fatiga o alteraciones del sueño.
Actualmente, existen fármacos para actuar frente a los brotes (procesos inflamatorios) y también para los diferentes síntomas, con medicamentos que varían en función de cada uno de ellos, de manera que «el componente inflamatorio de la EM, si bien es cierto que no está curado, está muy bien tratado», ha resaltado Álvarez.
Camino por recorrer en la neurodegeneración
Sin embargo, donde queda más «camino por recorrer» es en el objetivo de cambiar el curso de la neurodegeneración que provoca esta enfermedad, aún incurable, ha indicado el especialista.
Los esfuerzos de la comunidad científica internacional están centrados en este objetivo, para el que actualmente están en marcha decenas de estudios en todo el mundo (solo el Hospital Trueta de Girona participa en al menos 8 investigaciones en curso).
El objetivo es tener más de una terapia porque cada caso es distinto, ya que se trata de una enfermedad «compleja, heterogénea y diversa», según Álvarez.
«Al tener varias opciones, puedes utilizar una u otra en función del paciente y eso es la personalización; el ser humano es distinto y, aunque el paciente A padezca la misma enfermedad y características parecidas que el B eso no garantiza que vayan a responder de similar manera ante la misma terapia», por lo que » hay que continuar avanzando hacia esa medicina de precisión», ha afirmado el neurólogo del Trueta.
Otro campo de investigación aborda la posibilidad de frenar la enfermedad en etapas muy precoces actuando sobre el virus Epstein-Barr, que hay estudios que lo sitúan como causa necesaria de la enfermedad, aunque no la única, pues existen múltiples factores, tanto genéticos como ambientales.
Actualmente está en desarrollo una vacuna contra el Epstein-Barr: «El ensayo clínico está en fase dos (sobre cuatro), así que queda tiempo para acumular evidencia y confirmar si esta vía es o no la adecuada para prevenir la enfermedad», ha puntualizado el especialista.
Más avances en la enfermedad
Por otro lado, la compañía de ciencia y tecnología Merck ha presentado en el congreso nuevos resultados a cuatro años de dos grandes estudios en fase IV en los que se destacan resultados favorables en la progresión de la discapacidad y la eficacia a largo plazo de Mavenclad (cladribina comprimidos) en pacientes con esclerosis múltiple recurrente (EMR).
Los datos del estudio a 4 años demuestran que casi 9 de cada 10 pacientes con EMR permanecieron libres de progresión independiente de brote.
Son avances importantes en EM, que es la principal causa de discapacidad por enfermedad entre los adultos jóvenes, ya que se diagnostica de forma mayoritaria en personas de entre 20 y 40 años.
La EM afecta a 1,2 millones de personas en Europa y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España unas 55.000 personas conviven con la enfermedad.