La ciudad de Washington presentó este jueves una demanda contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el despliegue de la Guardia Nacional en la capital.
La acción legal fue interpuesta por el fiscal general del Distrito de Columbia, Brian Schwalb, quien pidió a la Corte de Distrito de D.C. declarar inconstitucional y contraria a la ley federal la decisión del mandatario.
Entre los demandados figuran miembros de la Administración vinculados con esta medida, como el secretario de Defensa, Pete Hegseth; la fiscal general, Pam Bondi; el Ejército de EE.UU. y los departamentos de Justicia y Defensa.
La denuncia cuestiona que Trump ordenara desplegar a las tropas “sin el consentimiento expreso de la alcaldesa” de la ciudad, además de autorizar que los miembros de la Guardia Nacional patrullaran armados.
El recurso judicial se presentó pocos días después de que un juez federal determinara que el presidente violó la ley al desplegar a la Guardia Nacional en Los Ángeles, también sin aprobación de las autoridades locales.
El magistrado de San Francisco consideró que la medida incumple la Ley Posse Comitatus, que prohíbe el uso del Ejército y la Fuerza Aérea en labores de aplicación de la ley dentro del país, salvo autorización expresa de la Constitución o del Congreso.
El fiscal Schwalb citó esa misma normativa en su denuncia para frenar la presencia militar en la capital. “(Trump) ha pasado por alto un principio fundamental de la democracia estadounidense: que las fuerzas militares no deben involucrarse en la aplicación de la ley dentro del territorio nacional”, escribió en el requerimiento. A su juicio, “ninguna jurisdicción estadounidense debería ser sometida involuntariamente a una ocupación militar”.
El pasado 11 de agosto, Trump asumió el control de la seguridad de Washington por un plazo inicial de 30 días, amparándose en una ley que le permite intervenir la autoridad de la ciudad bajo el alegato de “emergencia” por alta criminalidad.
El mandatario activó a 800 miembros de la Guardia Nacional, que sumados a efectivos enviados por seis estados gobernados por republicanos, elevaron a más de 2.000 los militares desplegados en la capital.
La semana pasada, también anunció que asumía el control de la estación central de Washington, conocida como Union Station, como parte de su estrategia de seguridad.
Trump ha señalado además a Chicago y Nueva Orleans como posibles próximas ciudades donde podría enviar a la Guardia Nacional, pese al rechazo de jueces y autoridades locales.
