Por: José J. Záiter
Recientemente tuve la oportunidad de visitar el Museo John F. Kennedy situado en el pintoresco pueblo de Hyannis, Massachusetts. En ese entonces adquirí el libro: Kennedy Una Biografía Clásica.
Mientras más profundizaba en la lectura del libro, me fui percatando de la similitud y estilo de gobernar entre John F. Kennedy, fenecido presidente de los Estados Unidos, y el ex presidente dominicano, Leonel Fernández. Pero, durante una pausa, también me puse a reflexionar sobre las biografías que había leído tanto de Bill Clinton como Barack Obama y llegué a la conclusión que similar a Kennedy, Fernández también compartía características con esos dos expresidentes norteamericanos.
En su libro Counsel to the President (Consultor Jurídico del Presidente) Clark Clifford, quien fuera abogado personal de Kennedy, describió al ex gobernante de la siguiente manera, “Cuando pienso en Jack Kennedy hoy, recuerdo su incomparable decoro. Esta cualidad poco común, difícil de definir, pero fácil de reconocer, era indiscutiblemente innata, pero fue enriquecida por él a través de su gran habilidad política. Él sabía cómo ganar amigos y encantar a las personas como ningún otro que haya practicado ese arte…a diferencia de muchos políticos, él no respondía bien a lo excesivo, ni a los halagos vacíos los cuales conforman una gran parte en relaciones políticas, y por ende buscaba maneras hábiles para desinflarlos o desviarlos”. Los que conocemos al expresidente Fernández y hemos seguido su trayectoria política, sabemos muy bien que generalmente esas descripciones fácilmente pueden aplicarse a él.
Kennedy fue un hombre de una visión extraordinaria, temperamento equilibrado, juicio político y visión global. Lo mismo se puede decir en la actualidad del ex presidente Fernández.
La política no es lo único que une a los dos ex mandatarios, también el deporte y una pasión por el cine. Inclusive, Kennedy como Fernández fueron lanzadores de beisbol durante sus años de juventud.
Por otro lado, Bill Clinton y Leonel Fernández vinieron de estratos humildes, pero la tenacidad de superación inigualable los catapultó a la cima de sus respectivas naciones.
Aunque fue un estudiante brillante, Gobernador de Arkansas y Procurador del mismo Estado, igual que Fernández, Clinton llegó a la presidencia prácticamente desconocido en el ámbito político nacional. Pero a través de sus dos períodos como presidente (la constitución norteamericana sólo permite dos períodos consecutivos) llevó a cabo una expansión económica sin precedentes. Similar a lo sucedido durante los gobiernos de Fernández donde en un momento dado el crecimiento económico se disparó a 10.6 del Producto Interno Bruto (PIB). Regresando a Clinton, el ex presidente norteamericano está valorado históricamente en el ranking mundial como uno de los mejores presidentes de todos los tiempos. Cabe destacar que Kennedy también está en esa lista. Por su parte, Fernández deja el poder con una aprobación superior al 70% de acuerdo con firmas encuestadoras prestigiosas.Barack Obama llega al poder con la ayuda de la familia Kennedy. Tanto Obama como Fernández heredaron economías desastrosas de sus antecesores. El primero de parte de George W. Bush en el 2008 y el segundo de parte de Hipólito Mejía en el 2004. Pero los dos demostraron la habilidad de saber tomar decisiones atinadas que comprobaron ser la solución para sacar a sus respectivas naciones del abismo financiero que la encontraron. En el arte de la comunicación, los dos son excelentes oradores que cautivan y proyectan conocimiento de los temas tratados en sus discursos.
Los dos fueron emigrantes, Obama a Indonesia y Fernández a Estados Unidos. Los dos fueron catalizadores de cambio y tomaron iniciativas audaces. Fernández reestableció relaciones entre Cuba y República Dominicana después que las mismas habían sido suspendidas por décadas. Además, fue el primer presidente dominicano en visitar el vecino país de Haití en más de cincuenta años. Igualmente, durante su mandato, Obama empezó las negociaciones para renovar las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos donde la primera iniciativa fue la apertura de la embajada norteamericana en La Habana. También, fue el primer mandatario estadounidense en visitar el país caribeño en casi un centenario.
Dentro del laberinto de formación profesional compuesto entre estos cuatro excepcionales líderes, los mismos están enlazados a través de la abogacía, el periodismo, lo académico y lo literario, entre otros. En lo personal, durante sus gobiernos contaron con perseverancia, disciplina e inteligencia conjugando así hazañas colmadas de éxitos plasmados en los corazones de sus respectivos pueblos. Desde la Casa Blanca y el Palacio Nacional, impactaron cambios muy significativos. Los hechos están ahí.
Pero para poner nuestro artículo en perspectiva, consideramos que las comparaciones y resultados indican claramente que el ex presidente Fernández es un compendio de Kennedy, Clinton y Obama convirtiéndolo así, ¡en un cuatro en uno!
Los dejo con la siguiente anécdota que me contara un prominente jurista y destacado diplomático dominicano. Me contaba el amigo, que en una ocasión tuvo la oportunidad de acompañar a Fernández a una prestigiosa universidad localizada en la ciudad de Nueva York donde el entonces presidente de la República dictaría una conferencia. Según el amigo, el tuvo la oportunidad de sentarse al lado de una distinguida dama quien después supo era una de las filántropas más importantes con quien contaba la renombrada institución académica. La filántropa e importante figura, durante la conferencia del entonces presidente, quedó tan impresionada con su oratoria que se acercó y le comentó al amigo, ¡ese señor puede ser presidente de los Estados Unidos!
El autor es periodista y reside en La Florida.
