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Tatúese hoy y arrepiéntase mañana: unos pediatras ofrecen consejos a los padres

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HealthDay News.- Ese tatuaje o ese aro en la nariz quizá estén de moda hoy, ¿pero qué pasará mañana?

Los adolescentes deberían pensárselo antes de hacerse un tatuaje, sobre todo con el nombre de su amor del momento.

Ese es uno de los consejos de un nuevo informe de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), un destacado grupo de médicos que atienden a niños.
Los tatuajes y los piercings corporales podrían haberse convertido en algo normal, pero el informe detalla algunos de los riesgos, desde infecciones en la piel hasta un posible perjuicio para el futuro laboral.

Pero la intención no es criticar al arte corporal, dijo la Dra. Cora Breuner, autora principal del informe.

«No es necesariamente algo que haya que despreciar. Solo queremos que los jóvenes sean conscientes», dijo Breuner, médica asistente en el Hospital Pediátrico de Seattle.

Es difícil saber con qué frecuencia los tatuajes o los piercings provocan infecciones u otras complicaciones, porque no hay un registro específico, dijo Breuner.

Pero basándose en los informes de casos, los riesgos potenciales incluyen cicatrices, reacciones alérgicas e infecciones bacterianas.

Según la academia, hay «muchos informes de casos» de personas que han desarrollado infecciones con micobacterias no tuberculosas tras hacerse tatuajes, por ejemplo. Esas infecciones pueden ser desde sarpullidos leves en la piel hasta forúnculos graves (una acumulación de pus en el tejido cutáneo) que se tienen que drenar quirúrgicamente.

Los tatuajes también se han vinculado a casos de hepatitis (una infección en el hígado), que se puede transmitir a través de la sangre.

Es esencial, según el informe, acudir a un artista de tatuajes con licencia que siga los pasos necesarios para el control de las infecciones: Deben usar guantes desechables, y demostrar que están usando una aguja nueva de un recipiente sellado y estéril, además de tinta fresca vertida en un recipiente desechable nuevo.

También hay que asegurarse de tener las vacunas al día y de que no se esté tomando ningún medicamento que afecte a la inmunidad.

Según la academia, unos consejos similares aplican a los piercings corporales.
«Si siguen unos buenos procedimientos estériles, el riesgo de infección es bajo», apuntó el Dr. Bruce Robinson, profesor clínico de dermatología en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

Pero incluso así, señaló Robinson, las personas pueden sufrir una reacción alérgica a los pigmentos de la tinta del tatuaje o a los metales (sobre todo el níquel) usados en los piercings corporales. En esos casos, anotó, se puede desarrollar una infección bacteriana «secundaria», por ejemplo si una persona se rasca por un sarpullido alérgico.

Algunas personas también son propensas a formar queloides tras un piercing o un tatuaje, advirtió Robinson. Los queloides son cicatrices duras y elevadas que pueden hacerse mucho más grandes que la herida que provocó la cicatriz.

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