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Meditabundo: Pensando en voz alta. 89 veranos

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El hombre avanza aceleradamente, inventos tras inventos. En la ciencia náutica, el sextante, cronómetro, fatómetro, libros de cálculos, el conocimiento de la astrología y oceanografía son piezas del museo naval. El satélite con el sistema de la posición global y una pequeña computadora, ofrece todo lo necesario para una perfecta navegación. Lo del celular gran comunicación de persona a persona. Todo un gran negocio. El celular es constante conversación. Tecnología, es estar al día en progreso, yo no estoy en ese conversatorio. Si observamos un grupo de personas en una fiesta familiar, la mayoría está en conversación por celular. Estuve unos minutos en un restaurant esperando una pizza. Al lado dos personas mayores conversan. Un grupo de chicas y chicos, todos tenían un celular y conversaban. Los señores hablaban entre sí, estaban solos. Yo viejo de otra mocedad. ¡Oh Dios! Ausencia de relaciones personales tan importante. Se ignoran. ¡Ah! La ignorancia. No las buenas costumbres. Grave mal al no comprender la humanidad que está controlada por el único ser supremo. Todo ser viviente es hijo, hija del señor creador del amor, entrega a los demás, grupo de comunidad. Se ha olvidado la ley de grupo de servicio mutuo, de hermandad.

El ser humano está caminado en la enfermedad del que se quedó en la materia. Varón. Es el problema a resolver y como hacerlo. Educar, educar para dar vida al hábito de las buenas costumbres. Estar en el bien, evitar el mal. La educación es el único camino para que el humano se encuentre consigo mismo y conozca a los demás. Lo sabemos, está a la vista. Pueblo no educado, pueblo en estado primitivo. Atraco, asesinato, robo, peculado, hambre, corrupción, voracidad por tener lo que no puede por carecer de educación. Por eso hay millonarios en la cárcel.

En nuestro mundo de naturaleza espiritual viví por la televisión al hombre, sí hombre superior, más rico de este continente. José Mujica expresidente de Uruguay. Lo tiene todo, su carga es ligera, nada necesita. Infinita felicidad. Rostro al sol. Haber servido como presidente a su pueblo y no tener nada perteneciente a un ciudadano. Pura honestidad con su ley natural del desapego a lo material, principalmente a lo ajeno.

Nuestra creencia es firmemente en el amar, verbo que debemos conjugar como lo indica la gramática en el presente. No futuro. Servir, servir, entregarse a la felicidad del otro, en sí es también la nuestra. Es lo que el humano no practica y aferrado a lo material es esclavo del tener, es egoísmo materialista, ley del apego. Deja de ser libre, esclavo del dinero.
Le senectud en el régimen de la medida, es la gran felicidad, nada demás, extra. Este es nuestro mundo y nos vas bien.

Antes de soltar el bolígrafo les digo a los amables lectores: uno comete corrupción, otro lo encubre, un tercero acaricia la idea. Los tres son corruptos. La corrupción y las inquietudes que crea, son las enfermedades que cortan la vida, desde el comienzo se está enfermo. Los descendientes en un presente oscuro. Lo que enseña la naturaleza material, ley del apego (dinero) es estar en el mal.

Por hoy les entrego esta buena experiencia. En la escuela de evangelización Juan Pablo II, leyendo a San Pío de Pietrelcina. Aprendí. “La oración es la mayor arma que tenemos, es una llave que abre el corazón de Dios”. Esa llave la tengo en el Rosario al Sagrado Corazón de Jesús. Consérvense bueno.

El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana

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