El Senado rechazó una propuesta para derogar buena parte de la Ley de Servicios Médicos Asequibles y contemplaba dar a los legisladores dos años para desarrollar una medida sustituta, lo que indica que en el futuro inmediato los republicanos sólo podrán contar con una mayoría para hacer cambios modestos en la ley en vigor.
En dos votaciones separadas en menos de 24 horas, los legisladores rechazaron diferente enfoques para modificar la ley del 2010 conocida como Obamacare. Pero muchos republicanos han expresado estar dispuestos a aprobar una medida de menor alcance que rechace el mandato de comprar seguro médico y el impuesto a los dispositivos médicos.
Líderes republicanos han enfatizado que es una forma en que el Senado puede iniciar negociaciones con la Cámara, y quizás la única forma en que pueden mantener una iniciativa lanzada hace siete años para desmantelar el Obamacare.
Varios legisladores reconocieron el miércoles que no estaban convencidos con la propuesta, pero sugirieron que de todas maneras pudieran respaldarla.
“Es una forma para debatirla en conferencia”, dijo el senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur. “Esa no es la solución al problema”.
Pero los republicanos no parecían tener un solución alternativa a la mano, y siguen profundamente divididos sobre cómo cambiar la ley de servicios médicos. El Partido Republicano tiene poco margen de error porque sólo tres deserciones en sus filas les impedirían llegar a los 50 votos que necesitan para aprobar una ley con la asistencia del vicepresidente Mike Pence, quien puede romper un empate.
El martes por la noche, pocas horas después de comenzar el debate, los líderes republicanos del Senado no pudieron aprobar un proyecto de ley al que dedicaron semanas de trabajo pero que nunca consiguió el apoyo suficiente de la base.
El hecho de que algunos republicanos se han unido a los demócratas en cada una de las votaciones sobre el tema hasta el momento, subraya el reto que enfrentan para lograr un consenso en los próximos días.
Cincuenta y siete senadores —entre ellos 9 republicanos— se opusieron a la versión actualizada de la medida, conocida por sus siglas, BCRA, mientras que 43 la apoyaron. Entre los que votaron en contra estuvieron conservadores de línea dura como Mike Lee, republicano por Utah, y Rand Paul, republicano por Kentucky, así como centristas de la talla de Dean Heller, republicano por Nevada, y Susan Collins, republicana por Maine.
Un intento posterior para abolir la mayor parte de Obamacare resultó atractivo para los conservadores, pero perdió el respaldo de varios moderados y también de figuras del calibre de John McCain, republicano por Arizona, y Lamar Alexander, republicano por Tennessee.
