Pensando en Juan Pablo Duarte y la historia es estar en la virtud política que cada hombre debe participar de esta y de la justicia. Debe ser el fundamento y ejercicio de todo miembro de un partido o dejaría de estar –conocidos de saco y corbata disimulan ser reyes de virtud, sabiendo que el pueblo conoce y repudia su dedicación a todo lo que aumenta sus teneres mal habidos.
Me permito insistir, nuestro Duarte es el ejemplo a seguir y nos presenta a Sócrates quien explicaba con firmes razonamientos la relación entre los pares de vestidos. Justicia-piedad, sabiduría-prudencia- justicia y valentía – sabiduría es de identidad, quien tiene una, las tiene a todas. La sabiduría la más importante.
La corrupción nos presenta la naturaleza verdadera de un individuo malo, como la honradez del bueno, cuta ética es irse más cerca de la humanidad. Formado en honor es su sentido a la vida. La inversión de valor es creer en lo material como principal. Este desconoce las enseñanzas para vivir bien y está en lo corrompido. Haciendo daño y no le importa. Impunidad.
Un periodista cuestiona a un diputado y lo que este decía me recordaba a Thomas de Kempis: “Si te parece que sabes mucho y entiendes mucho, ten por cierto que es mucho más lo que ignoras”.
Hoy los dejo con Sócrates: “Sabiduría es virtud, si el hombre sabe suficiente tiene que ser bueno”.
Consérvese Bueno. La patria los necesita en la sunción pública para honrar de familia y sociedad protegida.
