La muerte del periodista Manuel Arturo López, amigo y compañero de labores por más de dos décadas ha consternado a todos sus allegados y conocido, quienes no podrán volver a compartir con un ser humano excepcional, cuya misión siempre fue informar y educar.
De López puedo decir que lo conocí en el 1990 cuando se estableció en la ciudad de Miami en busca de un mejor futuro, fecha que coincidió con la difusión del noticiero Informativo Dominicano, en el se desempeño como director y quien escribe como administrador del mismo.
En aquel momento no me pasó por la mente que en un corto periodo haríamos tan compacta mancuerna en el informativo. Aquello fue simplemente histórico, bueno los hechos están ahí.
Tal vez su forma de ser de hombre fuerte, fiel a sus convicciones, contestatario y sobre todo apegado a la verdad incidió para que entre los dos surgiera esa amistad que solo la muerte pudo separar.
Mi amigo, hermano y compañero de tinta y micrófono no te digo adiós; sino hasta siempre.
Se recuerda que el comunicador libró una larga batalla contra una terrible enfermedad, muriendo este miércoles 28 en un hospital en Miami. El reconocido periodista, de 60 años, se desempeñaba como vicecónsul de República Dominicana en Miami. Durante años, trabajó en beneficio de la comunidad dominicana del Sur de la Florida
A López, quien fuera militante activo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), le sobreviven su esposa Maura López; su madre Gloria, y sus hermanos Elsa, Xiomara, Lucía, Manolín, Lenin, Marilyn, Stalin, Rafael, Clara y Omar.
