Cuba.- Al igual que la mayoría de los pueblos cubanos, Carbonera consiste en ruinosos monoblocks de hormigón pintados de celeste, rosa y verde dispuestos a lo largo de calles de tierra con baches con un pequeño almacén general. London and Regional Properties Ltd. se está preparando para invertir allí US$500 millones.
El desarrollador británico planea construir una cancha de golf de 18 hoyos, mil residencias y apartamentos, un hotel de 135 habitaciones, una escuela de tenis y una marina en un lugar al que piensa rebautizar como The Carbonera Club. Conforme la visita del presidente Barack Obama a la isla marca un nuevo capítulo en la historia cubana, la compañía dice que prevé llevar a turistas en avión para jugar lo que una vez Fidel Castro denominó “un juego para los ricos ociosos y los explotadores del pueblo”.
“Cuba no tiene centros vacacionales de playa de alta gama como este”, dijo Desmond Taljaard, director gerente de hoteles de London and Regional, con respecto a los planes del centro turístico cubano de Florida Straits, al sur de Cayo Hueso.
Los desarrolladores extranjeros han propuesto por lo menos una docena de centros de golf en los últimos años. Beijing Enterprise Group el año pasado firmó una carta de intención para construir una cancha de 18 hoyos y condominios cerca de La Habana.
En los primeros tiempos de la revolución, Castro expropió los campos de golf y convirtió a algunos de ellos en centros comunitarios, dejando a otros en poder de la naturaleza. Hoy día, Cuba tiene sólo dos lugares donde se puede jugar al golf: una cancha de nueve hoyos en La Habana que data de los años 40 y en general es utilizada por los diplomáticos y una de 18 hoyos en el centro turístico de Varadero.




