La República Dominicana posee diversos patrimonios que constituyen en sí mismos su propia historia y cultura. Educar en la preservación, respeto y cuidado de cada monumento debe ser parte de la identidad y aprecio a todo lo que identifica a la nación.
DominicanosHoy reseña algunos de los más relevantes ejemplos monumentales existentes a todo lo algo y ancho del territorio nacional para orgullo de su pueblo.
Alcázar de Colon: Esta majestuosa obra fue construida en 1515 por órdenes de Diego Colón, hijo del Almirante. Es el primer ejemplar arquitectónico de corte gótico, isabelino y clásico realizado en América. El Alcázar está localizado entre dos importantes puertas de la muralla que una vez rodea toda la Ciudad Colonial: Al Sur la de San Diego, y al Norte la de Las Atarazanas. Su estructura es rectangular, dividida en dos niveles y tiene dos cuerpos externos unidos por un gran corredor central y dos galerías. El portal es de estilo isabelino mientras que los demás elementos decorativos corresponden más bien al estilo renacentista italiano. En la década de 1950 sus ruinas se sometieron a un proceso de reconstrucción y restauración que le devolvió su esplendor original. En la actualidad, en el Alcázar opera un museo, donde se exhiben muebles y objetos de estilo colonial de la más pura artesanía española.
La Basílica de Higüey: Esta iglesia es uno de los monumentos más imponentes con que cuenta la República Dominicana, tanto por su estructura, como por el peso religioso y cultural que se le atribuye a la misma, dada la ferviente religiosidad y acogida de la Virgen de la Altagracia en la cultura dominicana, En el interior de esta impresionante construcción religiosa se encuentra un gran cuadro de la Virgen de la Altagracia, el cual tiene un marco fabricado en oro y piedras preciosas, y la misma posee un valor incalculable por la calidad de su fabricación. Esta Basílica es una construcción arquitectónica que forma una gran cruz, su entrada está construida en bronce y contiene un baño de oro de 24 quilates y la misma fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en Roma. Entrar a la Basílica es una experiencia que se debe vivir.
Monumento de Santiago: Fue construido por el dictador Leonidas Trujillo y se le dio originalmente el nombre de “Monumento a la paz de Trujillo”. Luego fue convertido en un homenaje a los Héroes de la Restauración. Diseñado por el arquitecto Henry Gazón Bona. Fue inaugurado el 30 de septiembre de 1953, una vez cayó Rafael Leónidas Trujillo se le dio el nombre de Monumento a los Héroes de la Restauración, que es el que tiene hasta la fecha.
Catedral Primada de América: Este es el nombre por el cual se conoce una de las obras arquitectónicas más importantes de la República Dominicana, su nombre completo es “Catedral Metropolitana de Santa María de la Encarnación”, la construcción de esta magnífica obra del 1512 año en que se comenzó a construir. Su estilo es totalmente diferente al usado en el país, tiene un estilo gótico influenciado por otros artísticos.
La Fortaleza Ozama: Edificada por los españoles durante la época colonial o de la conquista y colonización. Hoy es considerada como Patrimonio de la Humanidad, junto a otros de la Zona Colonial. Su nombre se debe a su ubicación cercana del Río Ozama, también esta fortaleza es la más antigua de las construcciones hechas en América y en la isla.
Puerta del Conde: Es uno de los Monumentos Culturales e Histórico de la República Dominicana, ubicado en la Zona Colonial de Santo Domingo de Guzmán. De los más viejos de la nación y da inicio a la Calle El Conde, la única calle peatonal de Santo Domingo. Es una de las edificaciones más importantes de la República Dominicana, y según los historiadores esta fue construida como línea de defensa de la ciudad. Esta debe su nombre al Conde de Peñalba, quién fue un capitán general de La Española y tuvo como misión proteger la ciudad de una posible invasión por parte de los ingleses, de la cual salió victorioso.
Iglesia Sagrado Corazón de Jesús: Ubicado en la Provincia Espaillat, Moca, el santuario es Patrimonio Monumental de la República declarado el 8 de agosto de 2006, por el Poder Ejecutivo, mediante decreto, siendo uno de los más hermosos de los existentes. Fue erigida y constituida por decreto expedido por Monseñor Fernando Arturo de Meriño, el 20 de febrero de 1888, aniversario de la elección del Papa León XIII.
El monasterio de San Francisco: Erigido en 1512 por monjes de la orden del Santo, fue a la vez el primer monasterio y el primer centro de enseñanza superior (1538) del Nuevo Mundo. Los franciscanos fueron los primeros religiosos que se establecieron en la isla de la española, después de haber llegado en el segundo viaje de Cristóbal Colón. En 1586 se quemó una parte durante la destrucción de la ciudad por parte de Sir Francis Drake y en 1673 no resistió al terremoto. Sin embargo, todavía se pueden admirar las impresionantes y conmovedoras ruinas, un lugar muy popular para ir a pasear. En el pie del edificio, rodeado de grandes espacios verdes, se organizan muchos conciertos y manifestaciones culturales. Aún se conservan el antiguo pozo y una reserva en la que se almacenaba agua para los habitantes de la ciudad. También se puede visitar la tumba de Alonso de Ojeda, uno de los capitanes más intrépidos de entre todos los conquistadores, bajo los restos de la bóveda. La leyenda cuenta que en un acto de extrema humildad pidió ser enterrado en el convento para que todo el mundo pudiese pasar por encima de él.
Puerta de la Misericordia: En principio llamada de Santiago o Puerta Grande, fue la primera puerta de la ciudad de Santo Domingo. El diseño y la construcción son obra del arquitecto Rodrigo de Liendo, del año 1543. Las excavaciones arqueológicas del año 1980, realizadas durante la restauración del monumento, sacaron a la luz dos fortines semi-elípticos que la flanqueaban. La Puerta de la Misericordia corresponde a un esquema medieval de puerta fortificada. El nombre le fue dado por el hecho de que durante un período de fuertes terremotos que destruyeron la isla, fue colocado el Santísimo Sacramento para pedir al Cielo el término de los temblores. Cerca de la puerta, estaba situado un palco que servía de patíbulo, para las ejecuciones de los condenados a muerte; sobre este palco fue edificada una pequeña capilla. En la puerta, el 27 de febrero de 1844, Ramón Matías Mella, disparó el trabucazo que puso fin, sin heridos, al yugo haitiano.
Santo Cerro La vega: El Santo Cerro, con el Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de la República Dominicana es la mayor expresión cultural que se origina en la provincia de La Vega. El hoy llamado Santo Cerro formaba parte en tiempos precolombinos del Cacicazgo de Maguá. Cuenta la leyenda, que en 1495 mientras se libraba una batalla entre indígenas y españoles, apareció la virgen de las Mercedes en una gran cruz de madera, que había levantado Cristóbal Colón debajo de un árbol de níspero. Esto hizo que los indígenas huyeran despavoridos del lugar, y los colonizadores obtuvieran el triunfo. Antes de morir, Colón pidió a su hijo Diego la construcción en este cerro de una iglesia en honor a la Virgen de las Mercedes, hecho que no materializó. En 1527 se establece en el cerro el primer convento de la Orden de la Merced. El santuario del santo cerro fue construido en 1880, desde entonces es un lugar de peregrinaje, donde cada 24 de septiembre se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Mercedes. Esta fiesta religiosa, cargada de folklore, símbolos y mitos, atrae a miles de creyentes de todo el país. El Santo Cerro cuenta además con un museo, y un mirador con una notable vista del Valle de la Vega Real.
Cómo cuidar de monumentos
Los monumentos constituyen una riqueza histórica que distingue cada país o pueblo y, además, es fuente de ingresos a través del turismo. La República Dominicana tiene el privilegio de contar con grandes edificaciones consideradas Patrimonio de la Humanidad, título otorgado por la Unesco para aquellas estructuras que tienen un valor incalculable en la identificación de una época. También cuenta con otros denominados Patrimonio Nacional.
El primer paso para cuidar y amar un monumento es conocerlo, empaparse de su pasado y saber lo que representa. También es importante proteger el lugar donde se encuentra, contribuir con la limpieza y tener mucho cuidado a la hora de visitarlo para no dañar su conservación.
Ojalá que los dominicanos se interesen un poco más por indagar y visitar sus patrimonios para que se sienta aún más orgulloso de la dominicanidad y entiendan por qué tantos turistas se quedan impresionados con la belleza de esta isla.
