Apagones, delincuencia, carencia de educación y la falta de oportunidades, obstaculizan el desarrollo del Distrito Municipal San Luis, Santo Domingo Este.
La otrora comunidad azucarera afronta numerosos problemas; pero, sin lugar a dudas, la no existencia de fuentes de empleos es su principal trance, pues sin lo anterior no hay esperanza de progreso para esa localidad.
“Por el momento aquí no hay expectativas de inversiones por parte del sector privado ni del Gobierno, la mayoría de la gente no encuentran qué hacer. Los más osados acuden a la capital, mientras que algunos se dedican al chiripeo o al motoconcho para sobrevivir”, apuntó Santa Alcántara, habitante del poblado.
“Otros jóvenes en cambio se dedican a asaltar y atracar para mantenerse o salvaguardar el vicio, lo que preocupa a las familias y las iglesias que tratan de ayudar a algunos para que no se pierdan en el pandillerismo y caigan a manos de la Policía”, anotó.
“Es que, luego del descalabro del ingenio Ozama, durante el período que va de 1996 al 2000, con el proceso de capitalización o privatización, esa localidad se convirtió en ¨fantasma¨, pues su sustento principal era la industria de la caña. Al día de hoy unos 200 trabajadores de la fabricación azucarera aún esperan sus pensiones”, reveló la lugareña.
Otro factor del cual adolece el municipio es el deterioro de sus calles; pues según sus pobladores lo que se vive allí es una situación muy difícil, los niños, ancianos y adultos se enferman a diario por el brote de epidemias producidas por el acumulo de aguas en los charcos que se forman cuando llueve. “De hecho, los transeúntes no pueden pasar, ni siquiera por los contenes, ya que estos, están inservibles e intransitables”, apuntó Elizabet Rosario.
Por la situación existente, moradores del lugar exhortaron a las autoridades del Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE), a supervisar y palpar el deterioro en las vías.
Martha de Jesús, pastora de la iglesia Nueva Jerusalén, narra que para sobrevivir algunos ubican pequeños negocios al frente de sus hogares, donde venden pastelitos, pan tostado, jugos y verduras; mientras que otros comercializan, al menos dos días a la semana, prendas de vestir usadas.
La religiosa lamenta que en esa localidad no existe una sola empresa a la que especialmente los jóvenes acudan a buscar vacantes. “A esto se agrega que miles de tareas, hoy baldías, donde antes se sembraba la caña, están en poder de particulares”.
El comerciante Carlos Tejada dijo a este multimedios que las tierras que pertenecen al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), han sido vendidas, situación que ha tronchado que los antiguos cañaverales sean transformados en plantaciones agrícolas.
Historia
San Luis cuenta con una población de unos 65 mil habitantes, limita al sur con el Cruce de Guerra, al este con la entrada a La Balsa y al oeste con el Río Ozama.
Durante muchos años fue una zona de alta producción , pues en su territorio de aposentaba el influyente Ingenio Ozama, estructura que finalmente desapareció en 1998 con el paso del ciclón George, que coincidió con el proceso de capitalización de la empresa pública y entonces los inversionistas no mostraron interés por restablecer la fábrica de azúcar de caña.
Mayormente su población vive de los trabajos informales que realizan en la misma comunidad o trasladándose al municipio Santo Domingo Este o la ciudad capital.
Pese a sus precariedades los ciudadanos de esta demarcación cifran sus esperanzas en la formación que reciben los docentes en el Instituto Técnico Superior Comunitario, así como a la construcción de siete grandes escuelas que serán integradas a la modalidad de tanda extendida.
