Decenas de personas que fueron intervenidas en el Centro de Cirugía Estética Plástica Contreras, dieron testimonio de la gran profesionalidad con que se ha manejado el doctor Edgar Contreras en su ejercicio profesional, por lo que ofrecieron su respaldo a la gran obra social que ha desarrollado en el país.
Asimismo, pidieron a las autoridades ordenar la reapertura del centro y levantarle el impedimento temporal del ejercicio profesional que le impuso Salud Pública.
En una rueda de prensa explicaron que miles de mujeres y hombres dominicanos y extranjeros se han beneficiado de la capacidad en el ejercicio de la cirugía plástica que desarrolla el doctor Contreras, poniendo estos procedimientos al alcance de las personas que no cuentan con recursos para someterse a esas intervenciones.
Las personas que se han realizado cirugías estéticas informaron que han salido a dar la cara porque entienden que contra el doctor Contreras hay sectores que buscan sacarlo de la competencia por la gran cantidad de pacientes que acuden en busca de su servicio, entre ellas se encuentran: Dipsy M. López, Fonsy Fox, Rafaelina Ramírez, Sophia Concepción, Ingry Mejía, Jahaira Paulino, Magali Febles, Juan Rojas, Nataly Caraballo, Yasmina Bonilla, Carmen Vásquez, Mabel Báez, Angie Villas, Letty Ullola, Katihusca Sánchez, Alejandro Rodríguez, Frine Rodríguez, Luci Hernández, Ismara Martínez y Auilda Bereguete.
Dipsy M. López y Fonsy Fox, al hablar en representación de sus compañeras manifestaron que el doctor Contreras, en su ejercicio profesional ha cumplido con todas las exigencias de Salud Pública y que ellas son una muestra de lo que ha sido su práctica profesional en la cirugía plástica.
Explicaron que a todas las que se someten a un procedimiento quirúrgico se les da a conocer y firman un consentimiento informado donde se advierten los riesgos a que se exponen en cada caso.
Pidieron la pronta reapertura del centro médico, que a petición de la Fiscalía del Distrito Nacional, fue cerrado por 15 días para hacer una investigación en torno al caso de Sharilene Evelis Cedeño, el cual arrojó que no hubo mala práctica en el procedimiento practicado como lo determinó la necropsia practicada por el Instituto Nacional de Patología Forense.
