El vigilante Martín Peralta se suicidó de un cartuchazo a la cabeza, cuando prestaba servicios en la Cooperativa Emprendedores, de la ciudad de Bonao, provincia Monseñor Nouel.
Informaciones preliminares refieren que, supuestamente el seguridad fue quien se quitó la vida disparándose con la escopeta con la que resguardaba el negocio en esta población del Cibao Central.
Personas que le conocían expresaron que aparentemente no tenía motivos para matarse, pero dejaron entrever que los bajos salarios y trasnoches de estos trabajadores y la acumulación de deudas impagables, muchas veces inciden para que no vean otra escapatoria que prescindir de su existencia.
Una brigada integrada por miembros de la Defensa Civil de esta ciudad, se presentó a la cooperativa, algunos de ellos junto a un médico forense levantaron el cadáver del exseguridad.
