Sebastian Vettel, el héroe, el villano y el piloto

Los números hablan por sí solos. Las victorias se cuentan por decenas pero en el corazón de la afición sigue habiendo dudas
 
El proyecto más exitoso de Red Bull cumple 27 años en el peor momento de su trayectoria profesional. El Campeón ha pasado de la gloria a la total incomprensión en unos meses y el futuro presente ha llegado a la escudería austriaca con apellido italiano y nacionalidad australiana. Bucear en la historia deportiva de Sebastian Vettel implica hablar de éxitos y victorias pero también de dudas y críticas
 
Sebastian Vettel, el campeón del mundo más joven de la historia, cumple hoy 27 años. Nacido en Heppenheim, un 3 de julio de 1987, ha estado entre los mejores en todas y cada una de las categorías en las que ha corrido a lo largo de los 21 años que lleva ligado al mundo de la competición. Desde que con tres años y medio comenzara a pilotar karts en su localidad natal, el piloto alemán se ha mostrado extra competitivo, capaz de dominar y con una habilidad innata en sus manos. Su vida ha estado marcada por ‘los tres Michaels’, según el mismo los ha definido -Schumacher, Jordan y Jackson-, a los que siempre ha admirado. El primero de ellos siguió su pista desde bien temprano, cuando vio que el talento de ese joven rubio apuntaba maneras.
 
Una de las figuras importantes que ha estado presente en la carrera deportiva del germano es Gerhard Noack, regente del karting de Kerpen, ciudad natal de Michael Schumacher. El trabajador alemán fue capaz de detectar a dos talentos enormemente relevantes en el automovilismo mundial como fueron Sebastian Vettel y Michael Schumacher. Las palabras del encargado del karting aseguraban que «en todos los años que dirigí aquella pista de karts, nunca había visto un talento tan enorme como el de Michael Schumacher… hasta que llegó Vettel».
 
De Sebastian Vettel se han dicho muchas cosas y, probablemente, también muchas sean netamente falsas. Las dudas acerca de su calidad como piloto han surgido en los años del reinado de Red Bull Racing en la Fórmula 1. Las manos y la habilidad del joven germano han quedado ocultas por el trabajo tecnológico de Adrian Newey y su equipo. Bien es cierto que en 2010 el dominio de Red Bull no fue tan extremo como sí pudo serlo en temporadas siguientes pero Sebastian Vettel, que no había liderado la clasificación de pilotos en toda la temporada, logró anotarse una necesaria victoria y vio cómo Vitaly Petrov aguantaba el empuje de un Fernando Alonso que acarició el título por momentos.

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