Para muchos espectadores de la F1, Red Bull Racing ha sido un equipo de un solo hombre durante los últimos cuatro años, con Sebastian Vettel como dominador del deporte. El piloto alemán se ha llevado los últimos cuatro títulos mundiales de pilotos, mientras que los de Milton Keynes también se han alzado con cuatro títulos consecutivos, en este caso en el apartado de constructores. Pero, en realidad, el equipo siempre se ha construido alrededor de un hombre, aunque no de Vettel, sino de Adrian Newey, el jefe de diseño.
El ingeniero inglés se unió a las filas de Red Bull en el año 2006, con un contrato que supuestamente le hace ganar más de diez millones de dólares al año. No obstante, la inversión fue buena, ya que Newey ha sido pieza clave en los éxitos que ha cosechado la escudería. Pero sabiendo que el coche del año próximo será el último en el que Newey estará involucrado, Red Bull ahora se encuentra en una encrucijada.
Reto sin Newey
