De 1920 a 1928 el béisbol dominicano alcanzó una calidad que no pasó inadvertida en la pelota americana de Grandes Ligas de Blancos y la de Negros. Los 4 equipos tradicionales, hasta hoy, 2014, celebraban con regularidad torneos o campeonatos: Licey, Escogido, Estrellas Orientales, y Sandino (hoy Águilas Cibaeñas).
Para 1928, habían hecho visitas (no como refuerzos oficiales, para jugar) a la República Dominicana decenas de peloteros extranjeros que hoy están en el Salón de la Fama. Yo pude contabilizar 13 extranjeros que fueron contratados por equipos del béisbol dominicano, en calidad de refuerzos, para jugar pelota en campeonatos organizados, que hoy tienen un nicho en el Sagrado Templo del Béisbol, en el pueblo de Cooperstown, estado de Nueva York.
El campeonato de 1929 se jugó con tres equipos: Licey, Escogido y Sandino. El Licey, con 12 mil dólares, importó varios jugadores del equipo cubano Almendares: Isidro Fabré, Mauricio Funes, Ramón Bragaña, etc. El Sandino, trajo a varios refuerzos puertorriqueños, como Pancho Coimbre y Menchín Pesante. El Escogido, desde Cuba, contrató a Martín Dihigo, Bernardo Baró y a Basilio Rossell.
El cubano Martín Dihigo, pues, es el primer refuerzo extranjero (1929) en un campeonato de pelota dominicano que forma parte del Salón de la Fama de los Estados Unidos. Un Comité Especial, en 1977, eligió a Dihigo para el Templo de Cooperstown aún sin él haber jugado en las Grandes Ligas.
Dihigo es miembro de 4 Salones de la Fama, un récord: Ligas Negras, Grandes Ligas, México, y Cuba. Tal vez ha sido el más completo y versátil pelotero de la Historia. Era un jugador con las 5 herramientas básicas: rapidez, buen brazo, excelente fildeo, alto promedio de bateo, y poder, o capacidad jonronera. Básicamente era lanzador o pitcher; a la vez, era estrella y súper-estrella en las 8 posiciones defensivas del parque, y como mánager.
En 1937, el dictador Trujillo fusionó los equipos capitaleños Licey y Escogido en Los Dragones de Ciudad Trujillo para ganarles el campeonato nacional a las Estrellas Orientales y a las Águilas Cibaeñas. Las Águilas, importaron a Martín Dihigo como lanzador y mánager, con salario de 2 mil 500 dólares por mes y medio y sólo 2 días de juego semanales; era un salario similar al pago promedio de las Grandes Ligas y las Ligas Negras. Un jugador dominicano, normalmente, cobraba 24 dólares al mes, y un extranjero 150.
Los Dragones de Ciudad Trujillo, invirtieron 30 mil dólares por 8 jugadores americanos de las Ligas Negras, del equipo Pittsburgh Crawfords; seis (6) de esos peloteros tendrían 3 mil dólares de salario, por 5 semanas de juego, como Cool Papa Bell y el receptor Josh Gibson; el lanzador Leroy Satchell Paige cobró 6 mil dólares, un salario imposible de ver en las Grandes Ligas, para apenas jugar en 10 partidos.
Satchel Paige fue un excelente lanzador en las Ligas Negras y jugó en muchos países de Latinoamérica; en 1948, a la edad de 42 años se le permitió ingresar a las Grandes Ligas, y en 1971 un Comité Especial lo eligió para el Salón de la Fama. Josh Gibson está considerado el mejor bateador de las Ligas Negras; en 17 años dentro del béisbol negro y otras ligas independientes conectó más de 800 jonrones; nunca debutó en Grandes Ligas, pero está en su Salón de la Fama desde 1972. Cool Papa Bell era un jugador ambidextro y en su etapa de brillantez era una súper-estrella defensiva del jardín central y a la vez era el pelotero más rápido del béisbol blanco o negro. Basado en su velocidad y su buen contacto con la pelota, bateó en 20 años en las Ligas Negras para .374; ingresó a Cooperstown en 1974.
Bill Mazeroski, enviado por los Piratas, jugó con las Águilas Cibaeñas en las temporadas 1955-56 y 1956-57. En la primera bateó para .306 (213-66) y conectó 13 dobles. En la segunda tuvo average de .265 (151-40) y 9 dobles. En sus 17 campañas de las Mayores no mostró poder en el bateo, ni fue gran anotador ni empujador de carreras; terminó con .260 en promedio de bateo. El Comité de Veteranos lo metió al Salón de la Fama en el 2001, basado en que es uno de los mejores segunda base defensivos de la Historia (.983); era un mago de la jugada de doble matanza.
Willie McCovey reforzó el Escogido en las temporadas 1957-58 y 1958-59. En primera jugó 12 partidos, bateó .244 y no conectó cuadrangular. En la segunda tuvo average de .286, 4 jonrones, y empujó 15 carreras. Su posición defensiva natural era la primera base; obtuvo el Premio Novato del Año en 1959 y 10 años después -1969- ganó el Premio de Más Valioso de la Liga Nacional; pertenece al exclusivo Club de los 500 Jonrones (521) Entró al Salón de los Inmortales en 1986.
Sparky Anderson jugó con el Escogido en la campaña 1957-58 y acumuló las siguientes marcas: .178 de bateo (163-39), 5 dobles, un triple y un jonrón. Por sus méritos como dirigente en las Mayores (2,194 ganados y 1834 perdidos), y ser Mánager del Año 2 veces ingresó al Templo de Cooperstown en el año 2, 000. Es, como dirigente, el único en ganar la Serie Mundial en la Liga Nacional y en la Liga Americana.
Bob Gibson jugó con el equipo Licey en la campaña 1958-59 y, paradójicamente, tuvo una pésima actuación: 2 ganados, 6 perdidos, 5.00 en efectividad de carreras limpias; en 45 entradas permitió 50 hits, otorgó 55 bases por bolas, y propinó 35 ponches. Gibson, en 1968, realizó una verdadera epopeya ganando 22 partidos, lanzando 305 entradas, ponchando 268 bateadores y terminando con la sorprendente efectividad de 1.12; desde ese momento la lomita de lanzar fue reducida en su altura. Gibson es miembro del grupo de los lanzadores con 3,000 ponches y pertenece al Salón de la Fama desde 1981.
Gaylord Perry es un lanzador de 314 partidos ganados, con 5 años de 20 ganados, 3, 534 ponches, con el premio Cy Young en ambas Ligas Mayores (como Pedro Martínez y Randy Johnson) y está en el Templo de Cooperstown desde 1991. Vino a jugar con el Escogido en el campeonato 1963-64, y compiló los siguientes números: 8 ganados, 8 perdidos, 12 juegos completos, 106 ponches y 2.06 de efectividad en carreras limpias permitidas.
Willie Stargell fue un jardinero izquierdo intimidante en home plate o cajón de bateador; es miembro del Salón de la Fama desde 1988, y entre sus méritos están 475 jonrones y haber ganado el Premio de Más Valioso en 1979 en la Liga Nacional y también en la Serie Mundial. Jugó con las Águilas Cibaeñas en la temporada 1963-64, ganando los lideratos de empujadas (40), triples (7), bases alcanzadas (116) y slugging (.569); consiguió 14 dobles, 33 anotadas, 64 hits y .314 en bateo.
El pitcher Fergie Jenkins fue refuerzo del Escogido en la temporada 1964-65, pero sólo laboró en la Serie Final. Jenkins es el único jugador canadiense en el Salón de la Fama; tuvo 7 temporadas de 20 o más juegos ganados (6 en forma consecutiva); ganó 284 encuentros y logró el Premio Cy Young de la Liga Nacional en 1971. De todos los lanzadores con 3, 000 ponches él es el único que no llegó a las 1,000 bases por bolas concedidas (997).
Phil Niekro fue lanzador de las Estrellas Orientales en la estación 1966-67, y su hoja de servicio fue la siguiente: 8 ganados, 6 perdidos, 142 entradas, 138 hits y 2.62 en carreras limpias permitidas. En las Mayores nunca fue un lanzador de fuerza sino un nudillista y poseedor de buen control; con sus lanzamientos lentos terminó una carrera de 318 partidos ganados, 3 mil 342 ponches y con 3.35 de efectividad; tiene el récord de haber ganado 121 partidos después de los 40 años de edad. Entró al Salón de la Fama en 1997.
El lanzador Rollie Fingers trabajó con las Estrellas Orientales en el campeonato 1970-71, logrando 9 ganados, 5 perdidos, 8 juegos completos y 3.95 de efectividad. En las Grandes Ligas su papel principal fue el de relevista, y con 341 rescates ocupa el puesto número 8 de la Historia. Como taponero, logró en 1981 el Premio Cy Young y el premio MVP de la Liga Americana; ingresó al Salón de la Fama en 1992.
Cerrando este artículo, debo decir que el único dominicano que está en el Salón de la Fama de Cooperstown es el lanzador don Juan Marichal.
