Seis hombres se encuentran detenidos en un hospital de Hildalgo (centro de México) con síntomas de haber estado expuestos al material radiactivo robado el lunes y son considerados presuntos responsables de delitos contra el medio ambiente, informaron el viernes a la AFP autoridades federales y locales.
«Son seis masculinos» y están ingresados en un hospital público de Pachuca, capital de Hidalgo, a donde fueron llevados por unos agentes federales, dijo a la AFP Pedro Luis Noble Monterrubio, secretario de Salud estatal, quien no dio más detalles sobre los detenidos.
Inicialmente, los agentes hospitalizaron a dos jóvenes de 16 y 25 años que presentaban vómitos, náuseas y mareos, mientras que los otros cuatro fueron trasladados al centro médico con los mismos síntomas unas horas después.
Las autoridades presumen que podrían haber estado en contacto con el equipo radiactivo de teleterapia en desuso, que era transportado en un camión el lunes cuando fue robado por dos hombres armados.
Los seis hombres «están a disposición del ministerio público federal y son resguardados por elementos» de la subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, dijo por su lado a la AFP un portavoz de la fiscalía federal.
El portavoz señaló que son presuntos responsables de delitos relacionados con la ley de medio ambiente, como el transporte de material peligroso, y una vez que estén en condiciones, serán llevados a declarar para determinar su responsabilidad.
Los dos jóvenes que fueron hospitalizados primero «tienen serios problemas de salud», informó por su parte el subsecretario de Salud de Hildago, José Antonio Copca.
Estos ingresaron en el hospital en la noche del jueves, donde unos agentes federales establecieron inmediatamente un cordón de seguridad.
Copca no especificó si pertenecen a la familia que encontró el material y que las autoridades pusieron bajo observación médica por haber estado expuesta a la radiación, ya que arrastraron hasta su casa el cabezal abierto del equipo.
La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) ya había advertido de que cualquier persona que hubiera manipulado los 60 gramos del cobalto 60 robados debería estar sintiendo los efectos de la radiación y con casi total certeza estaría destinada a morir pronto.
Sin embargo, la secretaría de Gobernación puntualizó que el riesgo para la salud se limita a quienes se hayan expuesto directamente al material radioactivo y estableció un perímetro de seguridad de 500 metros de diámetro en Hueypoxtla (a unos 70 kilómetros de la capital), una localidad de unos 40.000 habitantes donde aparecieron el camión y el material.
Las autoridades recuperaron el jueves todo el material radiactivo robado, que estaba en una cápsula de dos centímetros de diámetro.
El miércoles se halló el camión con el contenedor de seguridad vacío, pero mediante unos detectores de radiación, se logró localizar a casi un kilómetro la presencia del cobalto 60, que había sido sacado del equipo de teleterapia.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) había avisado de que si el material radioactivo se retiraba de su protección, podía ser «extremadamente peligroso».
La CNSNS ha acusado de negligencia a la empresa de transporte por no tener un escolta con el camión y ha recordado que hubo casos de robos similares en México hace años, motivados generalmente por la intención de robar el vehículo.
El equipo de teleterapia con material radioactivo robado es cargado en Tijuana, México, el 27 de noviembre de 2013
