La heroína y el alcohol: una mezcla fatal

Si te gusta la serie de televisión Glee, te habrás enterado del fallecimiento reciente de Cory Monteith, uno de sus protagonistas. El actor canadiense de 31 años quien sufrió una sobredosis de heroína y alcohol, según la autopsia que realizaron las autoridades forenses. Aquí te cuento más acerca de esta peligrosa mezcla.
 
Lamentablemente el alcohol y las drogas le han costado la vida a varias celebridades. Amy Winehouse, Janis Joplin, Whitney Houston, River Phoenix, entre otros que murieron de sobredosis, algunos cuando ni siquiera habían cumplido los 30 años. Ahora, a esa triste lista se suma el coprotagonista de la serie de televisión Glee, el canadiense Cory Monteith.
 
Monteith, de 31 años, fue encontrado sin vida en su habitación de un hotel de Vancouver y, según las autoridades forenses, su muerte se debió a una sobredosis de alcohol y heroína. El mundo de la farándula está conmocionado y por supuesto, su muerte por sobredosis ha encendido las alarmas acerca de lo peligroso que es mezclar las drogas y el alcohol.
 
El joven actor tenía antecedentes de adicción a las drogas desde su temprana adolescencia. Al parecer, desde que tenía 13 años empezó a experimentar con sustancias ilegales y llegó a internarse en centros de rehabilitación para poder superar la adicción que al final le cobró la vida.
 
La mezcla de la heroína y el alcohol es terrible para el organismo y puede ser fatal. ¿Por qué? Porque tanto la heroína como el alcohol suprimen la respiración pero lo hacen a través de diferentes mecanismos. De hecho, la mayoría de las sobredosis involucran a más de una droga. Pero se considera que la heroína es la responsable de más muertes por sobredosis que cualquier otra droga. De acuerdo a la Red de Alerta sobre el Abuso de las Drogas (Drug Abuse Warning Network) los casos de sobredosis en 2003 en promedio se debían a casi 3 drogas (2.7, para ser exactos).
 
La mayoría de las muertes debidas a una sobredosis de heroína se deben a una insuficiencia (falla) respiratoria. Una dosis elevada de heroína hace que la respiración disminuya a través del efecto inhibitorio de GABA (ácido gama-aminobutírico, unos neurotransmisores en el sistema nervioso) y eventualmente se deja de respirar.

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