La fiebre: una señal

Si a media noche te despierta tu hijo o hija porque no se siente bien y de repente lo tocas y te das cuenta de que está muy caliente, de inmediato sabes que algo no anda bien. El aumento en la temperatura corporal, mejor conocida como fiebre, puede alarmarte, porque indica que el cuerpo de tu hijo o hija está combatiendo una infección. Pero precisamente por eso, debes entender que la fiebre no es mala. Es una defensa del organismo y es saludable. Sin embargo, debes estar atenta(o) a que no suba demasiado porque entonces, sí puede causar problemas. Aquí te cuento más acerca de la fiebre en los niños y cómo detectarla.
 
Una madre siempre sabe cuando su hijo no está bien. Probablemente, si eres mamá, ya te habrás encontrado más de una vez con la fiebre. Una vez sospechas que la temperatura está más alta de lo normal, de seguro has corrido a traer el termómetro para tener la certeza de que se trata de fiebre. Y si lo confirmas, viene la siguiente pregunta:¿qué puede estar causando que mi hijo(a) tenga fiebre? ¿es necesario llamar al médico?
 
Estas son preguntas normales y acertadas. Para empezar, te recuerdo que la fiebre ocurre cuando el termostato del cuerpo, ubicado en el hipotálamo (que se encuentra en el cerebro), eleva la temperatura como respuesta a una infección, enfermedad o alguna otra causa. Por lo general, dicho termostato le indica al cuerpo que se mantenga a una temperatura promedio de 98.6°F/37°C. Pero si el cuerpo detecta que hay un organismo extraño circulando por ahí, de inmediato hace que ese termostato suba la temperatura para  hacerle la vida más difícil a ese “intruso”.
 
Es justamente por eso que la fiebre se considera una respuesta saludable del cuerpo, por ejemplo, para combatir una infección. Por eso, no todas las fiebres se deben tratar. Sólo aquellas que son muy altas, para evitar complicaciones. Recuerda que la fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de alguna enfermedad.

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