Partituras de hace dos siglos regresan al escenario de Cuba

La interpretación de las composiciones más antiguas de Cuba coronó aquí una labor de arqueología musical para rescatar y restaurar partituras escritas hace más de dos siglos.
 
La obra pionera de los catalanes Cayetano Pagueras y Juan París protagonizó un recital en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, plaza fuerte de la música de cámara en Cuba.
 
«Es una música llena de sorpresas, sin los clichés de la época, salvo cuando es imprescindible por los requerimientos del clero», aseguró a Prensa Latina el guitarrista y compositor Leo Brower.
 
Las piezas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, con la impronta litúrgica de misas y villancicos, representaron un reto especialmente para el director de orquesta José Antonio Méndez.
 
«El principal desafío era enfrentarla sin un referente previo, y tuvimos que crear de la nada», aseguró inmediatamente después de salir a saludar por tercera vez al público que lo ovacionó.
 
Méndez condujo a la orquesta adjunta al Lyceum Mozartiano de La Habana y a la Camerata Vocale Sine None, cuya tesitura se asemejaba a la empleada en las catedrales habaneras de aquella época.
 
El violinista Braulio Labañino consideró un privilegio descubrir y tocar la música de Pagueras y Paris, algo difícil por enfrentarlo a problemas de escritura, registro o adaptación de tonalidades.
 
«Es una música muy virgen, sin trillar, por eso te permite una libertad creativa en las dinámicas, a través del director y su lenguaje expresivo», agregó la también violinista Anabel Estévez.
 
Se conoce que Pagueras compuso unas 80 obras, de las cuales solo perduran 19 títulos en fondos eclesiásticos de Cuba y México, y en 1814 perdió su pista, cuando era organista del Convento de Belén.
 
Paris fue sucesor de Esteban Salas cómo maestro de capilla en la catedral de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, donde reformó la tímbrica instrumental durante sus 40 años en el puesto.
 
Las musicólogas Miriam Escudero y Claudia Fallarero llevaban casi 20 años rastreando las obras de ambos compositores, que restauraron para devolverlas a la memoria colectiva y el patrimonio musical.
 
Para Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical de la Oficina del Historiador de La Habana, tanto este concierto como el celebrado la pasada semana constituyen un hito histórico.

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