Phnom Penh.- La presencia en China del virus H7N9 de la gripe aviar acrecienta hoy preocupaciones en Cambodia, donde este año se registró el mayor brote en el mundo del más conocido H5N1, que costó la vida de ocho personas, incluidos seis menores.
Como consecuencia de ello, 13 mil aves de corral fueron sacrificadas o murieron contagiadas, lo que despertó el temor de que potencialmente se reproduzca la misma interfase de transmisión de animal a humano que caracteriza al H7N9.
«Nos mantenemos en constante alerta y monitoreando el nuevo tipo de virus» dijo Sok Touch, responsable del Buró de Supervisión de enfermedades del Ministerio de Salud Pública.
Aclaró que hasta ahora no apareció ningún caso sospechoso, mientras se continúa combatiendo al H5N1 que globalmente mató a unos 370 enfermos desde 2003, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (Oms).
El saldo letal en Cambodia en los tres primeros meses de 2013 representa cerca de la tercera parte de los 27 fallecidos desde 2005, a continuación de una avalancha de muertes en China, en esa propia fecha inicial.
Especialistas sostienen que este país indochino es particularmente vulnerable debido a una estrecha proximidad entre humanos y aves para consumo.
Autoridades sanitarias se encuentran enfrascadas en prevenir a la población ante la proximidad de los festejos por el nuevo año Khmer, el 14 de abril, cuando habitualmente se intensifica el traslado de pollos y patos por todo el territorio nacional para las celebraciones familiares.
Manifestaron también inquietud por la falta de vacunación animal cuya aplicación ha tenido éxito en otros países de la región, incluido Vietnam.
El portavoz de la Oms, Sonny Krishnan, explicó que es difícil la transmisión del H5N1 de persona a persona, pero teme que pueda mutarse el virus en una forma que propicie la transmisión entre humanos.
