Como ya sabíamos, los cambios importantes que sufrirá la Fórmula Uno la temporada que viene están poniendo en más de un aprieto a los equipos más modestos de la parrilla; ya que a consecuencia de ello, este año prácticamente todas las escuderías están obligadas a trabajar en dos proyectos distintos, uno para desarrollar el monoplaza de este año y otro para el nuevo. Todo esto, claro está, supone duplicar esfuerzos, equipos… e inversiones, el aspecto en el que los pequeños lo tienen más difícil. Con un presupuesto más limitado, los habrá que no serán capaces de mantener ese ritmo de trabajo y tendrán que renunciar a uno de los dos proyectos y elegir: o continuar con la evolución del actual monoplaza para lograr lo máximo esta temporada, o frenar y empezar a mirar al 2014. En esa difícil vicisitud podría verse, precisamente, Force India.
Uno de los pilotos de la escudería, Paul di Resta, ya ha manifestado su preocupación al respecto. Él está casi convencido de que este desafío técnico y, sobre todo financiero, les superará y les hará imposible mantener el ritmo de evolución que tienen los equipos punteros de la parrilla.
Tenemos menos recursos que los equipos que están en cabeza. Eso será una desventaja… En algún momento tendremos que pasar al desarrollo del coche de 2014; hasta entonces, tendremos que desarrollar muy bien, porque a partir de junio o julio vamos a tener que parar el desarrollo del coche de 2013 y centrarnos en el del 2014.
El problema es que, aunque tenga razón, el piloto escocés no está precisamente en disposición de quejarse demasiado y -más que protestar- podría centrarse en su trabajo: pilotar. Si nos aferramos a ese aspecto, la verdad es que más bien sería la escudería la que podría ponerle algún pero a él, pues en 2012 y lo que llevamos de 2013 se ha visto casi siempre superado por sus compañeros de equipo.
