Se achica el cerco a Oscar Pistorius

La irrupción de otro testigo con una versión comprometedora ha puesto a Oscar Pistorius contra las cuerdas en otra dura sesión.
 
Se ha pedido que le sea denegada la libertad bajo fianza por riesgo de fuga.
 
Se le ha acusado de posesión ilegal de armas y la policía ha declarado haber encontrado inyecciones de testosterona.
 
El magistrado ha pospuesto la vista hasta este jueves.
 
Con una hora de retraso se inició la vista del caso Oscar Pistorius en la corte de Pretoria en la que se debe determinar si es puesto en libertad bajo fianza o no.
 
El retraso en el inicio de la vista se debió a la multitud de personas que intentaban acceder a la sala, debido al gran interés mediático que ha despertado el caso del atleta. En la mañana del martes, Pistorius ya tuvo que escuchar el terrible relato del fiscal sobre su presunto crimen y en la reanudación siguen apareciendo nuevos y comprometedores detalles.
 
El oficial que investiga el caso, Hilton Botha, se opuso a la libertad bajo fianza de Pistorius asegurando que existe un riesgo de fuga. Dicho oficial argumenta que el atleta tiene varias cuentas en el extranjero, además de una casa en Italia y afirma que si consigue salir del país podría haber problemas para traerle de vuelta. Una explicación que los abogados de Pistorius han desmentido al negar que el atleta tenga casa alguna en Italia.
 
Además, el fiscal ha acusado a Pistorius de posesión ilegal de armas al encontrar una pistola del calibre 38 y bastante munición, careciendo el atleta de licencia alguna para ello.
 
En la reanudación de la vista, el testimonio de un nuevo testigo ha vuelto a contradecir la versión de Pistorius de haber confundido a Reeva, su pareja, con un ladrón.
 
Este testigo, que vive a 600 metros del apartamento donde se produjo el crimen, ha declarado que escuchó un “no me dispares” antes de oír los cuatro disparos. Su revelación ha provocado el estupor de los presentes en la sala y el derrumbamiento moral de Pistorius que habría roto a llorar de nuevo. Sus familiares, también presentes en todo el juicio también tuvieron que soportar el mal trago.
 
Mientras la vista avanza se siguen destapando nuevos detalles. El último es que la policía habría encontrado inyecciones de testosterona en el dormitorio de Pistorius.
 
La explicación de uno de los investigadores es clarividente. «Encontramos jeringuillas y dos cajas de testosterona». La declaración no sorprende ya que desde hace unos días se venía asegurando que el atleta se dopada, lo que unido a una supuesta ingesta excesiva de alcohol, podría haber resultado letal para afectar al comportamiento del atleta que se habría vuelto más visceral. Los abogados de Pistorius han asegurado que lo encontrado en el apartamento de su cliente es un remedio legal a base de hierbas, algo utilizado por los atletas.

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