Washington.- La incertidumbre sobre quien cederá en sus posiciones para evitar la crisis fiscal crece hoy en Estados Unidos, donde demócratas y republicanos eluden comprometer posiciones.
Luego de un encuentro cara a cara sostenido la tarde del jueves en la Casa Blanca, ni el presidente Barack Obama, respaldado por los demócratas, ni el líder republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, dieron indicios de algun pacto que permita evitar la crisis.
Aunque conversaron, no parece que las aproximaciones fueron suficientes para acercar un compromiso para evitar el alza de los impuestos para todos los estadounidenses y los masivos recortes del gasto que desencadenará el desacuerdo en enero.
Hasta ahora, el principal obstáculo es la divergencia de criterios sobre la subida de impuestos a los más ricos que propone el presidente.
Boehner se aferra a la negativa de incrementar el impuesto a los estadounidenses más solventes mientras lanza dardos contra el mandatario para que pode los gastos públicos, principalmente vinculados a programas de salud y jubilaciones.
Según manifestó la víspera Jay Carney, vocero de la Casa Blanca, los republicanos deben aceptar el hecho de que las tasas impositivas van a subir para el dos por ciento más rico, aunque la oposición sostiene que eso pone en riesgo a la economía del país.
Las diferencias entre ambos bandos, vistas por el gran público y reflejadas por las encuestas, ponen a los republicanos contra las cuerdas.
En ese sentido, una consulta aireada el miércoles por el diario Wall Street Journal y la televisora NBC indicó que cerca del 75 por ciento de los estadounidenses están de acuerdo con un alza de impuestos a los más pudientes para evitar el denominado abismo fiscal.
Incluso entre las filas republicanas, un 61 por ciento cedería a favor de elevar los gravámenes a los más ricos, con tal de evitar la crisis recesiva.
El jueves una pesquisa de Pew Research Center encontró opiniones favorables al gobierno. Un 55 por ciento valoró que el presidente hace un esfuerzo serio para resolver el entuerto fiscal y apenas un 32 por ciento piensa que los republicanos son serios en sus pláticas para lograr un pacto.
Hasta ahora no se ve quien cederá posiciones aunque hay algunos que piensan que debe haber un arreglo basado en una combinación de recortes de gastos y aumentos de impuestos específicos para lograr mayores ingresos, algo que contente a ambas partes y evite la debacle.
