Luis Miguel arrasó la madrugada del jueves en el Festival de Viña del Mar al presentar un concierto que suscitó el fervor del público, que lo premió con tres Gaviotas, un hecho sin precedente en el certamen.
El intérprete se convirtió en el primer artista en la historia del Festival de Viña en recibir una Gaviota de Platino, la cual le fue entregada por la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, tras un show de 90 minutos en el que repasó sus grandes éxitos.
Antes, ante el clamor del público, había sido premiado con dos Gaviotas, de plata y oro, y la alcaldesa le entregó en el escenario las llaves de la ciudad, otro gesto inédito en el Festival de Viña del Mar, balneario ubicado 100 kilómetros al noroeste de Santiago.
Su participación sólo pudo ser vista por quienes compraron su boleto para ingresar a la Quinta Vergara y a través de la televisión chilena.
Los millones de telespectadores de otros países que seguían el evento por la pantalla chica se quedaron con los crespos hechos cuando en lugar del ‘Sol de México’ apareció el reggaetonero Don Omar con el show que realizó en ese festival en 2007.
Lo que no se había recordado es que el mexicano, que debutó en Viña del Mar a los catorce años, pidió que no se transmitiera ni un solo instante su concierto ofrecido ante los 15 mil espectadores que colmaron el auditorio de la Quinta Vergara. Por eso, que pidió se cortara la señal de celulares e internet para que no salga imagen alguna de su concierto.
