La Habana.- Verdaderas antigüedades, textos raros y únicos atesora el Museo del Libro en Miniatura de Bakú, uno de los símbolos más preciados de Azerbaiyán, junto al caviar y el petróleo.
Fundado el 23 de abril de 1992, justo en el casco histórico de la capital de esa nación euroasiática, situada en la región del Cáucaso, al borde del mar Caspio, el inmueble constituye el único museo privado del mundo que exhibe estos diminutos volúmenes impresos.
Ávida lectora desde la infancia, útil ejercicio que más tarde la llevó a la práctica del coleccionismo, la fundadora y curadora de esta institución cultural, Zarifa Salahova, detalló a Prensa Latina, durante su segunda visita a Cuba, como surgió esta «fascinante idea».
Todo comenzó en 1982, cuando compré una colección completa del escritor ruso Iván Krilov, la cual data de 1835. Al llegar al almacén quedé fascinada con un texto en miniatura, que yacía en un rincón. Desde entonces comenzó mi pasión por estos ejemplares, recordó la también presidenta de la Junta de la Sociedad del Libro en Azerbaiyán.
A partir de esta especie de suerte, Salahova conserva, como un preciado tesoro, más de seis mil minilibros editados en 68 países y representativos de una veintena de idiomas, entre ellos un ejemplar del Corán que data del siglo XVII.
Varias colecciones agrupadas por temáticas, países, continentes y autores, se exhiben en las 37 vitrinas del Museo, como tributo a la memoria histórica, cultural y literaria de cada nación.
Entre los minitextos sobresalientes aparecen los escritos por Alexander Pushkin, el principal exponente de la literatura rusa moderna, clásicos soviéticos y de Europa, infantiles y los editados en Azerbaiyán, vitrina donde también se guardan celosamente 11 miniobras editadas en Cuba.
«Yo estudiaba pedagogía en Lengua y Literatura Rusa cuando triunfó la Revolución cubana, y Fidel Castro era para nosotros un símbolo de libertad y paz. Cuando me enteré de las festividades por sus 85 años, decidí editar un minilibro sobre él y los principales resultados de la nación antillana», recordó Salahova.
De esta manera nace Fidel Castro: líder eminente del pueblo cubano, cuya versión en español contiene 320 páginas y 54 ilustraciones a color, vinculadas con el líder de la Revolución, la geografía, historia, salud y otros temas sociales y económicos de la isla.
La laureada con el premio nacional Humay 2001, en reconocimiento por su trabajo a favor de la cultura del libro, confesó a Prensa Latina que la idea de hacer esta producción minibibliográfica, editada también en ruso, surgió accidentalmente en el verano de 2010.
Después de varios trámites a través del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos para acceder a los artículos e ilustraciones fotográficas que integran la obra, el consejero cultural de la sede diplomática caribeña en Azerbaiyán, Marcelo Caballero, hizo realidad este sueño junto a la colaboración de la empresa patrocinadora Halal y la editora Índigo, precisó.
Hecho a mano, debido a la imposibilidad de que las máquinas encuadernen tan diminutas hojas, el texto forma parte de los 142 libros en miniatura editados por el Museo, y dedicados a grandes personalidades políticas, académicas y religiosas del mundo.
Pero no es solo la curiosidad y la posibilidad de apreciar ejemplares únicos, algunos a tamaño casi microscópico, lo que atrae a los visitantes, sino la destreza con que el personal, verdaderos artesanos de la encuadernación, logran tejer las páginas de una historia.
PEQUEÑAS RAREZAS
De acuerdo con el tamaño del libro, estos se pueden dividir en cuatro categorías: Macro-mini (3,4 pulgadas), Miniatura (1,3 pulgadas), Micro-mini (un cuarto y media de pulgada) y Ultra-mini micro (menos de un cuarto de pulgada).
La Historia de Inglaterra, obra publicada en 1815, destaca entre los diminutos impresos más antiguos que expone el Museo, además de una Biblia y un volumen de bolsillo editado en 1468 por Peter Schöffer, asistente y sucesor de Johannes Gutenberg, el inventor de la imprenta.
También sobresale un conjunto de cinco volúmenes en francés, el cual bajo el título de La aventura de las jóvenes en Grecia fue publicado en 1817, y comprado por Salahova en una tienda de antigüedades durante una visita a París, ciudad europea a la que pertenece una copia de 1850 de las Fábulas de La Fontaine.
Otra de las antigüedades que exhibe el Museo es una miniatura llamada La biografía de mi Lérmontov, uno de los principales poetas rusos románticos del siglo XIX, a lo que se suma una colección de 320 textos relacionados con Pushkin.
Entre las rarezas se encuentran los tres libros más pequeños del mundo (2mm x 2mm cada uno): El lenguaje de las flores, Piedra del mes y Los signos del Zodíaco, publicados en 1978 en Tokio por la editora Toppan Publishing House, y cuyo texto legítimo solo puede leerse con una lupa.
En esta categoría también clasifica el único minilibro (6 mm x 9 mm) publicado en la antigua Unión Soviética bajo el título La cosa más milagrosa (Moscú, 1985), e incluye una selección de las obras de Pushkin y Máximo Gorki, traducidas a cuatro idiomas: inglés, italiano, francés y alemán.
Una veintena de exposiciones internacionales en ciudades como Kabul, París, Kiev, Moscú, Sidney, Ankara, Minsk y Sanghai, han permitido promover desde 1988 el amor por la lectura, indicó Salahova, quien a diferencia de la mayoría de las mujeres compra libros, en vez de gastar en perfumes y alhajas.
«En mi caso, hace algún tiempo pagué 350 dólares por un minilibro que contiene un rezo de la Santa Ana y San Francisco del Vaticano, editado en 1540, mientras en Londres desembolsé 230 libras esterlinas por una edición completa de Shakespeare», aseguró Salahova.
Pero detrás de cada libro, hay una historia que revela el cómo llegó a ser parte de su colección. Ese es el caso de un pequeño texto de Pushkin, editado en vida de él, el cual compró en 1990 durante un viaje a París, por un precio de dos mil rublos.
Variadas presentaciones y materiales resguardan las páginas de estos ejemplares, desde los cueros tradicionales hasta papeles de piel de serpiente, madera y plata, que reflejan la belleza de ese arte, el cual ganó popularidad entre los siglos XVII y XVIII, especialmente en Europa.
