Los equipos de la pelota deben saber a quienes invitan a interpretar el himno nacional antes de los partidos, para que no vuelva a ocurrir lo del lunes, cuando de seguro Emilio Prud’Homme y José Reyes se revolvieron en sus tumbas al ver la «masacre» que hizo Toño Rosario con su obra en el estadio Quisqueya… El «Cuquito» agarró el himno y lo desbarató, lo flageló, le cambió las letras, se «comió» estrofas, en fin, lo masacró… ¿Y a quién sería que se le ocurrió poner a Toño? ¡TOÑO!.. Como dueño de caballos que es, Moisés Alou prefirió a los fondeadores Julio Lugo y Fernando Tatis sobre los sprinters Argenis Reyes y Alexander Valdez… Un tiempo después, cuando la carrera entró en calor, los fondeadores ya pasaron zumbando… ¡Oigan las carcajadas de Leo López!.. Alguien debe decirle a Wilkin Castillo que los bomberos no se pisan la manguera… Wilkin acabó con Diory Hernández en su cuenta de twitter… «Diory Hernández es un saco de sal, hundió a dos equipos» en esta temporada, dice uno de sus mensajes, todos muy duros… Parece que en «la otra vida» Aroboy trabajó en un cementerio, porque sólo así se explica que contratara tantos «muertos» para el Licey… Los fanáticos azules se «engranojaban» cuando se topaban con esos «difuntos» en los pasillos del estadio… ¿Que quiénes son? ¡No no no, no les puedo decir sus nombres, pero aquí entre nosotros, les voy a confiar sus iniciales: Jolbert Cabrera, Hiram Bocachica, Elijah Dukes, Roberto Cancel y Amaury Cazaña!.. ¡Corran, corran, corran!.. Tanto trabajo que da tener una franquicia en el béisbol invernal dominicano y los fanáticos de los Gigantes del Cibao no la valoran… No van al estadio aunque su equipo esté metido en competencia… Laurentino no fue tonto y «abrió gas»… ¡Agarren a José Duarte, que va corriendo por ahí con las manos en la cabeza!
