El Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, apeló la noche de este lunes a las Naciones Unidas para la conformación de un consenso global que reduzca la volatilidad de precios, atribuida por él a “la más abominable forma de especulación financiera global”, que aumenta los precios del petróleo y de los alimentos y provoca que más de mil millones de personas en el mundo sufran hambre.
Fernández dijo que esto garantizaría la estabilidad de los precios futuros de las materias primas, los alimentos y el petróleo, debido a que las alzas y la volatilidad son fuentes de tensión social, inestabilidad política y calamitosa para el desarrollo de cualquier nación.
El mandatario dominicano hizo un análisis de las reglas básicas de la economía política, aplicada a la crisis internacional desatada en 2007, señalando que ha atravesado por diferentes etapas y que en parte se ha superado, pero que aún persiste la insuficiencia de regulación financiera.
Amenaza la paz social
Fernández dictó la conferencia magistral: Especulación Financiera, Alimentos y Petróleo en los Mercados de Futuro: Por un Nuevo Consenso Internacional de Estabilidad de Precios, transmitida en vivo desde el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua, por una cadena de radio, televisión y diferentes redes sociales.
Leonel Fernández apuntó durante su intervención la lenta y frágil recuperación económica mundial que tiene lugar y cómo “a finales del 2010 y durante el primer semestre del 2011, los precios del petróleo, de los alimentos y de otros productos básicos volvieron a experimentar alzas, como ocurrió a mediados del año 2008”.
Se refirió el mandatario a las protestas sociales desencadenadas debido al incremento dramático en los precios del petróleo y de los alimentos (azucares, aceites, las grasas y los productos de origen agrícola, esencialmente), en alrededor de 60 países del mundo.
Según consideró, en la República Dominicana se ha mantenido la paz social, la tranquilidad y el sosiego de la familia, gracias “a un gobierno responsable que ha tenido que asumir el costo de una problemática mundial que tiene gran impacto en el país”.
Fernández indicó que por la especulación en el precio de los alimentos y el petróleo, la administración que encabeza ha tenido que destinar 4,400 millones, dinero que podría invertirse para logar los Objetivos del Milenio.
El Presidente rememoró la triste cifra de cerca de 150 millones de personas adicionales, a las más de 925 millones que ya existen, y que han padecido hambre durante 2009, e hizo una extensa descripción de esos seres que traspasan el umbral de los 1000 millones: “haciendo mucho más difícil alcanzar la meta de reducir en un 50% el número de personas sub nutridas en la mayoría de los países del mundo, y en especial de aquellos de bajos ingresos y con déficit en la producción de alimentos”.
Del costo de las importaciones de alimentos, la tragedia indescriptible, angustia, ansiedad y desesperanza en los pueblos, que constituye: “un estado de insatisfacción general que tiende a convertirse en una amenaza a la paz social y a la estabilidad política de las naciones”, habló Fernández y especificó entonces los impactos que en los últimos 50 años han habido debido al declive de los precios de los productos agrícolas.
Las causas, origen, transformación, el daño que la especulación financiera suscita en el desempeño de la economía global, así como el impacto que produce en las economías de las naciones, fueron señalados por Leonel Fernández en su conferencia, sin obviar el criterio de que: “son los países en desarrollo los que sufren las peores consecuencias, al contar con el 98% de las personas que padecen hambre en el mundo”.
“¿A qué se debe que a pesar de tantos recursos invertidos para tratar de recuperar la confianza y reactivar el funcionamiento de los mercados financieros, éstos todavía no han logrado reactivarse?”, preguntó el disertante y a continuación agregó que esta es la gran interrogante que flota en todo el ambiente económico mundial e inquieta a economistas, gobiernos, empresarios y trabajadores.
Hubo un aparte para elogiar la labor desempeñada por el Secretario General de la ONU y la FAO, quienes, según el presidente dominicano “dieron un paso importante en el 2009, al reformar el Comité de Seguridad Alimentaria, dotándolo de mayor inclusividad como plataforma internacional alineada con el resto de iniciativas en el contexto de crisis actual”.
Finalmente, Leonel Fernández confirmó la necesidad de impulsar, elaborar y aplicar mecanismos de regulación y supervisión, “a nivel nacional e internacional, identificados en el marco del trabajo de las Naciones Unidas y el G20, de forma que permitan preservar el rol positivo de los mercados de futuro de productos básicos”, fueron elementos expuestos en la oratoria.
“Un consenso internacional para la reducción de la volatilidad de precios y la especulación financiera de bienes básicos contribuiría a la realización de estos derechos y a la gobernabilidad global.
“En definitiva, ese consenso global, como todo un nuevo orden financiero mundial, tiene que ser elaborado dentro del marco del sistema de Naciones Unidas, que es al que pertenecen todas las naciones, ricas y pobres, que comparten un mismo destino sobre la faz de la Tierra”, concluyó.
Estuvieron presentes personalidades del cuerpo consular y diplomáticos acreditados en el país, así como miembros de los organismos internacionales, jueces de la Suprema Corte de Justicia, de la Junta Central Electoral y de la Cámara de Cuentas, de la iglesia, rectores universitarios, dirigentes empresariales, sindicales y políticos; así como profesionales del área económica, presidentes de asociaciones, ministros, senadores, diputados y ejecutivos del Parlamento Centroamericano, entre otros.
Impacto de la especulación en RD
El presidente Leonel Fernández aclaró que desde el 2004 al 2011, el gobierno ha destinado unos RD$181 mil 160 millones para el subsidio del sector eléctrico y transporte público, como consecuencia del alza en el precio del petróleo, a fin de alivianar la carga impositiva a los dominicanos.
“Si ese incremento llegara con tal nivel de inflación al pueblo, aquí habrían estallidos sociales y un colapso del sistema político dominicano, porque es insostenible lo que ha ocurrido, pese a tener la suerte de contar con un gobierno amigo, como el de Venezuela, el cual ha facilitado petróleo a un módico precio”, sostuvo el mandatario.
Explicó que en la finanzas públicas, el impacto no ha sido menos, ya que desde el 2005 el país ha gastado US$5 mil 513 millones adicionales para adquirir el combustible, en comparación con los precios del 2004, transferencia equivalente en promedio anual, al 2.12% del Producto Interno Bruto (PIB).
Detalló que este 2011, el impacto del monto del petróleo en la inflación del país es de 32.8%, siendo el derivado más exorbitante la gasolina regular, por su constante aumento en el precio.
Asimismo, precisó que en el período 2004- 2011, el precio de la gasolina pasó de 91 a 196 pesos el galón, es decir: “un vehículo que recorre anualmente, 15 mil kilómetros con un rendimiento de 35 kilómetros por galón, implicaría un costo extra anual de RD$45 mil. Impacto que experimentan actualmente las personas por el incremento del petróleo». Sin embargo, el impacto social suscitado entre el 2004 y 2008, provocó que el ingreso real de las familias dominicana acumularan una reducción de 10.5%, producto del acrecentamiento en el precio de los combustibles.
