El líder nacionalista Ollanda Humala asume el Gobierno por un período de cinco años, entre 2011 y 2016. De acuerdo con el programa oficial, el juramente está previsto a las 10:30, hora peruana, en el Congreso de la República. El presidente de la unicameral legislatura, Daniel Abugattás, es el encargado de tomarle el juramento ya que el mandatario saliente, Alan García, anunció que no participaría por temor a recibir abucheos de los presentes.
Tras jurar a la Presidencia, Humala posesionará en el Congreso a la primera vicepresidenta, Marisol Espinoza Cruz, y al segundo vicepresidente, Omar Chehade Moya.
Luego de esta primera acción como presidente, el líder nacionalista se pronunciará en un esperado discurso. Se espera que los prometidos proyectos sociales a sean protagonistas de sus palabras. Aunque los números del saliente gobierno muestran un crecimiento económico que ha sido bautizado ya por algunos como «el milagro peruano», buena parte de la población se siente fuera de esa bonanza. Es cierto que el país cuenta con un crecimiento económico del 7% en promedio anual, una inflación menor del 3% y unas reservas internacionales que alcanzaron un acumulado histórico de 47 mil millones de dólares. Sin embargo, la escasa distribución fomenta los conflictos sociales.
Tras el discurso, el presidente, ex militar se dirigirá al Palacio de Gobierno donde tomará juramento a su Gabinete de Ministros.
Numerosos efectivos de la Policía Nacional custodian el Centro Histórico de Lima. Desde tempranas horas, se colocaron rejas en la Plaza de Armas de Lima y se extremaron las medidas de seguridad en los alrededores del Congreso de la República. También se dispuso la colocación de dos perímetros de seguridad y la restricción del tránsito vehicular en las avenidas cercanas al Parlamento.
La jornada empezó con la Misa Te Deum, última actividad oficial en la que participará el saliente mandatario García y todos sus ministros en una ceremonia que oficiada por el cardenal Juan Luis Cipriani.
Según informaron desde el humalismo, participan de los actos los mandatarios de la Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Uruguay. De hecho, esa misma tarde asistirá a una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en Lima.
De la región, los únicos ausentes serán el venezolano Hugo Chávez, enfermo de cáncer; y el paraguayo Fernando Lugo que se somete a exámenes de salud en Brasil, en la misma clínica donde fue tratado también por un cáncer.
La agencia estatal Andina, informó que, además de los presidentes de Sudamérica, serán de la partida los mandatarios de Honduras y Guatemala. El Comercio informó que participará en la ceremonia el panameño Ricardo Martinelli; el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili; la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, y el príncipe Felipe de España. En tanto, Perú 21 informó que el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, enviará a un ministro representante.
Chávez se justifica
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, lamentó no poder asistir a la toma de posesión del mandatario electo del Perú, Ollanta Humala, debido a su proceso de recuperación, el cual cumple estrictamente tras ser sometido a dos intervenciones quirúrgicas.
El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, viaja a Perú para asistir, en representación de Venezuela, al acto ceremonial de la toma de posesión de Ollanta Humala, a realizarse en Perú, el 28 de julio, informó el Presidente.
La información la dio a conocer el mandatario nacional, Hugo Chávez, durante el Consejo de Vicepresidentes, realizado este miércoles en las instalaciones del Palacio de Miraflores.
Alan García se quitó la banda
El saliente presidente peruano, Alan García, entregó la banda presidencial al jefe de la casa militar en el Palacio de Gobierno, y se marchó de la sede de gobierno sin participar en la investidura de su sucesor, Ollanta Humala.
García salió al patio frontal de Palacio de Gobierno, rodeado por su gabinete ministerial y colaboradores, se quitó la banda y una medalla y se las entregó al jefe militar, Jaime Araújo, en medio de los aplausos de los presentes.
A continuación, García subió a una camioneta y abandonó la casa de gobierno, mientras una escolta entonaba una marcha militar.
De esta forma, Alan García confirmó que no acudirá al Congreso de la República a presenciar la imposición de la banda presidencial a su sucesor, Ollanta Humala, tal como dictaba la tradición en esta ceremonia.
García ya había anunciado que solo iría al Congreso si había un compromiso de los parlamentarios de no abuchearle como sucedió en 1990, al final de su primer quinquenio de gobierno.
