Aceite de onagra: escasa evidencia sobre sus beneficios

El aceite de onagra es el extracto oleoso concentrado obtenido de dos plantas características, Oenothera biennis y Oenothera lamarkiana, ambas de la familia de las Onagráceas.

Su modo de empleo típico como complemento alimenticio, en forma de cápsulas de gelatina blanda, descarta su uso como alimento, ya que no se utiliza como tal en la cocina (aliño ensaladas o como base grasa de un sofrito).

Tanto el consumidor como algunos profesionales de la salud identifican este complemento por su papel en la mejora de diversos síntomas propios de la mujer, desde el síndrome premenstrual hasta la menopausia.

Su riqueza en un ácido graso poliinsaturado, el ácido gamma-linolénico, lo hace protagonista de multitud de beneficios para la salud, que se suman a los anteriores.

Su ingesta por vía oral, en general en forma de cápsulas, se ha relacionado con el mantenimiento de la presión arterial dentro de valores normales, el control del colesterol LDL, la mejora de la salud mental, el mantenimiento de la estructura, elasticidad y funcionalidad de la piel y propiedades antiinflamatorias, entre otras.

Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) acaba de posicionarse a este respecto y ha emitido una opinión científica en la que declara no haber encontrado relación causa-efecto alguna entre el consumo de aceite de onagra y la mayor parte de las alegaciones anteriores.

En el resto de los casos, su opinión es que las alegaciones propuestas son demasiado generales o poco específicas como para poder regular su uso o que exceden su competencia, al referirse a tratamientos más médicos que alimentarios.

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