CHICAGO.- Derrick Rose debería estar bien. El tiempo dirá si los Chicago Bulls lo estarán también.
El recién declarado Jugador Más Valioso de la NBA entrenó este martes, un día después de torcerse el tobillo izquierdo en los últimos segundos de la derrota 103-95 ante los Atlanta Hawks.
Rose espera estar listo para el segundo enfrentamiento de semifinales de la Conferencia Oeste, hoy miércoles en el United Center de Chicago.
"Está bien, está bien", dijo Rose en la conferencia de prensa donde se anunció que ganó el premio MVP, en Lincolnshire, Illinois, a sólo unos kilómetros de las instalaciones donde entrenan los Bulls.
"De hecho, el medicamento que me dieron fue grandioso", agregó. "Me desperté esta mañana sintiéndome genial, fui a practicar y después hice ejercicio".
El entrenador Tom Thibodeau dijo que el base "no tenía nada de hinchazón" y le dijo que estaba bien: son noticias alentadoras para los Bulls, en contraste con su desempeño del lunes.
Chicago, el mejor preclasificado de la liga con 62 partidos ganados, tuvo una actuación fallida en el primer juego, después de terminar con esfuerzo una difícil serie de cinco juegos contra Indiana en la ronda de apertura. Ahora está en desventaja contra un equipo que no ha ganado partidos de segunda ronda desde la década de 1990.
"Mucha gente nos ha dado por eliminados incluso desde antes que comenzara la serie y eso ya nos ha pasado", dijo el entrenador de los Hawks, Larry Drew.
"Ahora que hemos estado en esas situaciones en suficientes ocasiones, les respondemos totalmente diferente", agregó. "No escuchamos lo que se dice. Observamos y ponemos mayor atención a los detalles que antes. Pienso que este equipo está un poco más hambriento".
Los Bulls sabían que Atlanta era una potencial amenaza. Por una noche, tuvieron razón.