La mayoría de los hoteles del Estado no tienen ningún valor, por el estado de abandono que actualmente presentan y las zonas deprimidas en que fueron levantados, indicó Arturo Villanueva, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes.
Asimismo, Villanueva criticó que la Corporación de Fomento de la Industria Hotelera y Desarrollo del Turismo (CORPHOTELS) prácticamente se desentendiera de algunos de esos centros de hospedaje, aunque aclara el Estado no está para invertir y operar hoteles.
El empresario del sector turismo entiende que, incluso, quien se interese por los hoteles del Estado hay que dárselo con muchas facilidades. Puso como ejemplo el Nueva Suiza, en Constanza, que a su entender no está adaptado a la realidad de la naturaleza.
Villanueva se preguntó ¿Quién podría tener interés en ir a Constanza hacer una inversión millonaria en un hotel que no tiene ninguna rentabilidad?
Insistió en que los hoteles del Estado son prácticamente de ciudad. Agregó que en la época de la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo Molina, cuando fueron construidos, había menos conceptos del medio ambiente.
“Esos hoteles no están medioambientalmente sostenibles. Las nuevas exigencias son hospedajes más adaptados al medio ambiente y con mayores facilidades”, manifestó el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes.
Villanueva, entrevistado vía telefónica por DominicanosHoy.com, finalizó diciendo que si alguien hubiese querido los hoteles del Estado abandonados, ya lo hubiera adquirido, invertido y tuviera operándolos.
Mientras que los actuales arrendatarios del Hotel Montaña, en Jarabacoa y cerrado desde hace 14 años, dicen haber recibido unas instalaciones prácticamente saqueadas y reducidas a cuatro paredes de block.
Aquí los trabajos de remodelación están parados hasta tanta se esclarezca todo en la Procuraduría General de la República, donde descansa una instancia de nulidad del contrato de arrendamiento.
Asimismo, el hotel Nueva Suiza, en Constanza, La Vega, muestra un estado de saqueo. Inoperante y abandonado desde hace más de 25 años, actualmente es propiedad de los ladrones y de todo tipo de delincuentes.
Igualmente, el tradicional hotel Guarocuya, un símbolo de Barahona, fue arrendado el 3 de enero del año 1996 por RD$12,000 mensuales, sin que mediara una pieza jurídica que avalara su contrato y sin fecha de vencimiento.
El arrendamiento se hizo a una persona de nombre José Sánchez Hiciano, quien nunca ha realizado una inversión considerable para remodelar ese hotel, según el periódico digital Barahonero.com.
Los hoteles del Estado han terminado siendo un pastel, con el que los últimos gobiernos han pagado hasta favores políticos de amigos y allegados. De los 19, hay 18 arrendados y ninguna ley se tomó en cuenta para avalar esos contratos.
En cuanto a las autoridades, CORPHOTELS, responsable de los centros de hospedajes del Estado dominicano, ignora el saqueo y el deterioro que presenta algunos de esos hoteles. La dirección administrativa ni siquiera tiene un plan en carpeta ni una vigilancia para salvaguardar esos hoteles.