¡Cuán enferma está la democracia!

A partir del ajustamiento de Rafael L. Trujillo Molina, se creía que la sociedad dominicana iniciaría un tránsito ininterrumpido hacia la democracia, pero los efectos de la culturización que trajo esa época nefasta, no pasarían aún lo  transcurrido en un período de más de treinta y nueve (39) años.

El país ha tenido que soportar el mantenimiento del Trujillismo con ligeras variaciones.  Tras la caída de la tiranía varios líderes políticos se han manejado dentro del estilo caudillesco (Balaguer, Bosch, Peña, etc.) y esta situación ha imposibilitado el desarrollo democrático del país, independientemente de que se levanta el discurso de democracia y de la necesidad de la participación de las mayorías, las grandes decisiones seguían respondiendo a la voluntad de los caudillos y dada la desaparición física de estos, nuevos sujetos pasaron a sustituirlos, aunque guardando las diferencias de carismas, intelectos, escrúpulos y otros elementos característicos de los que se fueron y de los que intenta sustituirlos…

Tal fenómeno no sólo es característico de los partidos conservadores o de centro, sino también en el seno de la misma izquierda. A partir de la   desaparición del doctor Manuel A. Távarez Justo surgió una gama de caudillos, algunos de los cuales aún conservan vigencia, aunque sólo expresan su autoridad frente a una multitud muy reducida de personas.

1.    En los últimos días seguiremos viendo el mal del caudillismo, ora en la conformación de la Nueva Junta Central Electoral , la Cámara de Cuentas , la Suprema Corte de Justicia, Tribunal de Garantías Constitucionales, Tribunal Superior Electoral, Tribunal Superior Administrativo o  en cualquier otra entidad que forme parte del Estado y que ha sido hecha para que el Poder Ejecutivo se ejerza mas bien como una nueva Monarquía Absolutista, en la que el Presidente es la resurrección del Gran Poder soberano y no el guía del moderno poder delegado por los ciudadanos.

2.    Esa influencia o dominio del caudillismo la vimos en las elecciones de los bufetes directivos de las Cámaras Legislativas, en las alcaldías y en muchas otras áreas del poder publico.

3.    La expresión del  mal del caudillismo lo hemos visto  en las actitudes de los doctores Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez, pero justo es reconocer que la peor expresión de caudillismo o de manejo omnímodo de los asuntos que corresponden a muchas voluntades lo constituyen la forma en que el Señor Presidente de la República , doctor Leonel Fernández Reyna, viene conduciendo la administración pública.  Cuestiones que lo evidencian son ejemplos:       

a).  La designación de decenas de funcionarios (Ministros, Vice Ministros, Vice Gobernadores ") al margen de la Constitución , y las leyes que rigen el Estado dominicano, .

b).  El manejo caprichoso del presupuesto nacional,  dando prioridad a cuestiones no fundamentales para el desarrollo nacional y en desmedro de sectores básicos, c).  La violación de la ley orgánica de educación, la cual contempla la asignación de no menos del 4% del PIB para este renglón.

d).  Permitir que seguidores suyos estén promoviendo la violación de la constitución mediante la posible candidatura presidencial, fenómeno político que acarreara consecuencias muy negativas al país y hasta podría dar lugar a grandes confrontaciones de todo tipo.

e).  La no persecución activa de los violadores del Art. 146 de la Constitución , que condena la corrupción o el tráfico o influencia de los funcionarios públicos, es decir, que establece la proscripción de la corrupción,   así como de legislaciones penales que castigan el robo o irregularidades que se producen en perjuicio del erario publico y bienestar general…

Todo lo anterior nos lleva a la conclusión de que  la democracia dominicana está seriamente amenazada de muerte o enferma con pocas posibilidades de recuperarse, a no ser que se produzca un amplio movimiento de resistencia nacional, en el cual todos actuemos como protectores y curadores de un enfermo que nos cobija y no podemos permitir que se muera por las acciones de los malos ciudadanos.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest