El agua potable sigue siendo uno de los principales problemas por los que atraviesa Santo Domingo, que desde su fundación a la fecha no se ha logrado solucionar la escasez del preciado líquido que, en ocasiones, los ciudadanos sus ciudadanos deben gastar una gran cantidad de dinero para obtener este vital servicio para el consumo humano.
Desde la fundación del primer acueducto en la ciudad Santo Domingo hace más de cuatro siglos, en el año 1543, la distribución de agua potable ha sido un total fracaso para la población dominicana, principalmente, para los barrios de la parte alta de la capital y otros lugares del país.
Mucho tiempo ha transcurrido para los dominicanos desde aquella importante obra, sin embargo, ningún gobierno ha tomado esta iniciativa para planificar y construir suficientes acueductos que resuelvan los inconvenientes de la distribución de agua de manera efectiva a la población.
Hurgando en internet encontramos una información donde se afirma que “durante los últimos veinte años, la República Dominicana ha logrado ampliar la cobertura de los servicios de abastecimiento de agua potable y de saneamiento en forma impresionante. Sin embargo, la calidad de dichos servicios deja mucho que desear, a pesar del gran crecimiento económico de esta nación durante la década de los noventa.
Según la red de distribución de agua de la CAASD, 72 campos de pozos son la columna vertebrar para el abastecimiento del líquido en sectores de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, pero la misma no cuenta con las condiciones para el consumo humano, ya que no poseen ningún tipo de filtrantes o planta de procesamiento.
Durante un recorrido realizado por reporteros de Dominicanoshoy.com por varias de las localidades donde se encuentran los campos de pozos de agua, se notó el abandono y la falta de inversión por parte de la Corporación Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, encargada de mantenerlos en perfecto estado.
Según la munícipe Josefina Soriano, residente en la calle 31 de San Felipe Villa Mella, el servicio de agua potable nunca ha llega a las barriadas de esa comunidad y señaló que durante la gestión del ex síndico de la capital Rafael Suberví Bonilla, en el año 1997, se construyeron varios pozos para el abastecimiento de la población en la zona.
Empero, desde esa fecha ninguna autoridad se ha preocupado por la instalación de las redes de agua potable para que esas comunidades puedan nutrirse del líquido; afirmando que el principal problema es este proviene de fuertes saladas, lo que hace imposible que se pueda utilizar para el consumo humano.
Los pozos de agua no poseen ningún tipo de planta para el procesamiento del líquido y tampoco las comunidades cuentan con una planta de tratamiento de aguas residuales. Además se resalta que los campos de pozos construidos en 1997 representan una gran ayuda para aliviar la falta del líquido en las comunidades de Santo Domingo Norte.
“Para nadie es un secreto que en los sectores de Sabana Perdida, Mata Maimón y San Felipe de Villa Mella poseen grandes fuentes de aguas, pero las mismas no son beneficiadas con el líquido por la negligencia de los ministerios encargados de regularizar y distribuir las fuentes acuíferas”, puntualizó la ciudadana.
En la observación del mapa de la CAASD sobre la distribución de agua potable en el gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, los campos de pozo constituyen una de las principales fuentes para el abastecimientos de los barrios de la zona norte de la capital, los hospitales Francisco Moscoso Puello, Doctor Darío Contreras y las localidades cercanas a estos centros de salud.
La problemática de la falta de agua en las principales ciudades del país no tiene diferencias de clases sociales, ya que tanto los barrios populares, como en las más prestigiosas urbanizaciones se sufre de las mismas circunstancias, con la excepción, de que los últimos pueden pagar el servicio.
En Santo Domingo Norte son visibles las fuentes de aguas, tanto de forma superficial como subterránea, pero las barridas no son beneficiadas con la distribución del líquido a través de las una red estable.
Entre las comunidades carentes del agua potable se encuentran la urbanización Máximo Gómez, Sol de Luz, Santa Cruz y Los Guaricanos, así como diferentes sectores ubicados en Sabana Perdida, La Victoria y San Felipe de Villa Mella.
Asimismo, también Santo Domingo Oeste es otro de los lugares que a pesar de poseer la principal planta de abastecimiento y distribución de aguas, en Manoguayabo, los habitantes de las comunidades de Las Caobas, El Café de Herrera, Ensanche Altagracia, Los Girasoles, Enriquillo, entre otras, son las que más sufren la situación que a sus sectores no llega el preciado líquido.
En algunos sectores del Distrito Nacional la situación de la escasez del agua es total y en otras zonas no llega con regularidad, como son las barriadas de Villa Francisca, María Auxiliadora, 27 de Febrero, La Zurza, Capotillo y Simón Bolívar.
Esta misma situación se presenta en diferentes pueblos del país, principalmente en Santiago, La Vega, Moca, San Francisco de Macorís y Puerto Plata, desde donde este medio ha recibido innumerables denuncias por este particular.
La escasez del líquido obliga a los habitantes de los diferentes sectores a comprar camiones de agua a un precio cerca de los $ 2,000 pesos y en muchas ocasiones los que no pueden pagar este servicio se trasladarse con carretillas a otras barriadas para poder conseguir agua. Unos más vivos la buscan y venden a los vecinos a un costo de 10 a 15 pesos las cubetas (cinco galones).
La falta de planificación, distribución de redes y construcción de plantas de tratamiento residuales hacen de la ciudad un desierto urbanizado.
¿Qué es el agua potable?
Se denomina agua potable o apta para consumo humano, al líquido que puede ser ingerido sin restricción. El término se aplica al agua que cumple con las normas de calidad promulgadas por las autoridades de una nación, pero en República Dominicano nos quedamos cortos en la materia.
En la Unión Europea la normativa 98/83/EU establece valores máximos y mínimos para el contenido en minerales, diferentes iones como cloruros, nitratos, nitritos, amonio, calcio, magnesio, fosfato, arsénico, etc., además de los gérmenes patógenos. El pH del agua potable debe estar entre 6,5 y 8,5. Los controles sobre el agua potable suelen ser más severos que los controles aplicados sobre las aguas minerales embotelladas…..