La Asociación de Importadores de Armas denunció que el contrabando de armas y municiones de todos los calibres se ha incrementado en los últimos tiempos a consecuencia de la prohibición oficial para la importación de las mismas, situación que provoca que los ciudadanos decidan comprar pistolas y revólveres de manera ilegal para protegerse de la delincuencia ocasionada por la inseguridad que se registra en el país.
La denuncia fue hecha este miércoles, a propósito del desmantelamiento de una banda que introducía esos tipos de artefactos en contubernio con funcionarios de la Dirección General de Aduanas, asignados a las oficinas de ese organismo recaudador en Santiago. La prohibición para importar armas fue impuesta hace cuatro años por gestiones del Ministerio de Interior y Policía, que dirige Franklin Almeyda Rancier.
“Los ciudadanos que se sienten amenazados por la actual ola de inseguridad que vive el país, optan por comprar estas armas de origen ilegal para protegerse y proteger a los suyos, al no tener otra opción por la vía legal. Son comunes las visitas de ciudadanos a las armerías con el deseo de comprar un arma corta, pero ante la imposibilidad que estas tienen para importarlas estos optan por acudir al mercado negro”, dijo.
La entidad dijo, en un comunicado de prensa, que el contrabando “resulta ser un negocio muy lucrativo en estos momentos, ya que tienen un mercado ocioso y los precios de las armas legales -que resultan únicamente de un traspaso del propietario original a otro- son excesivamente altos, debido a la falta de oferta y la escasez de inventarios en las tiendas autorizadas, conocidas como armerías”.
“Hemos solicitado a Interior y Policía reconsiderar la medida de prohibición, debido a que el Estado tiene absoluto control de nuestros inventarios y operaciones, además de que son las propias autoridades las que almacenan y custodian nuestras importaciones, además de que es el mismo Estado quien autoriza el porte y tenencia de nuestras armas”, manifestó la institución.
En cambio, sostuvo que las autoridades “no tienen ningún control sobre las armas introducidas al país de contrabando”, tras indicar que todo indica que esa modalidad de crimen organizado “cuenta con estructuras de poder como se ha podido comprobar a través las denuncias del Ministro de las Fuerzas Armadas sobre la existencia de la misma y en el más reciente descubrimiento en la filial de Aduanas de Santiago”.
“Estado debe de apoyar a los que trabajamos bajo su supervisión y control y no en contra nuestra, debiendo de encaminar todos sus esfuerzos para combatir la ilegalidad de este mercado, contando con nosotros que manejamos informaciones que a ellos no les llegan, a pesar de ser la autoridad”, puntualizó la entidad que agrupa a los importadores de armas y dueños de tiendas donde se venden esos artefactos.