Debilidades inadmisibles

El propio procurador general de la República, Radhamés Jiménez, ha reconocido “la debilidad de las autoridades para enfrentar el tigueraje y el narcotráfico que afectan al país”.

El Arzobispo de Santo Domingo y Cardenal, Nicolás de Jesús López Rodríguez ha reiterado su criterio acerca de que una de las realidades que más afecta al pueblo dominicano es la conciencia de que el narcotráfico ha penetrado diversas instancias de la vida nacional.

Más aún, cada día se vive con la incertidumbre de los llamados “ajustes de cuentas”, asesinatos en vías públicas y el gran número de noticias referentes al narcotráfico, que ocupan los espacios de la prensa nacional.

Aunque Radhamés Jiménez asegura que se están superando estas debilidades, y que tanto el Ministerio Público, la Policía Nacional y la Dirección de Control de Drogas hacen esfuerzos, lo cual es muy real, lo otro cierto es que el tráfico ilícito y sus innumerables consecuencias sociales han abarcado espacios nunca antes vistos en el país.

Con nuevos ropajes y los ya tradicionales, la droga se abre paso entre usuarios y traficantes, o viceversa.

El compromiso "solemne" del presidente de la República, Leonel Fernández, de redoblar los esfuerzos en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, el crimen organizado y la violencia, y su reproche a la participación de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en actos delictivos que tienen "perturbada" y "aterrorizada" a la población, se han diluido entre otros compromisos que el estadista cumple a nivel internacional.

Pero, más allá de los alrededor de 500 militares, entre ellos unos 90 oficiales superiores expulsados de las filas de las Fuerzas Armadas en los últimos meses, por alegados vínculos con el narcotráfico y otros delitos; más allá de todo esto, pesan realidades, como las expresadas por el sociólogo Wilfredo Lozano, cuando afirma que la narco política es una de las más serias amenazas para la democracia dominicana y ciertamente se requieren actitudes gubernamentales que conduzca a los actores en este enfrentamiento y otros o, sencillamente, quedaremos sepultados.

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