Una semana decisiva para General Motors y Chrysler

La industria estadounidense del automóvil se prepara para una semana de cambios históricos que podrían incluir la quiebra del ex número uno mundial General Motors, mientras que la suerte de su pequeño rival Chrysler será resuelta por un juez neoyorquino.

Analistas y observadores creen probable que GM, que debe presentar antes del 1ro. de junio un plan de reestructuración viable, elija pedir la protección de la Ley de quiebras antes de esa fecha, incluso en caso de que le otorguen concesiones de último minuto.

El jueves el fabricante solucionó sin embargo un tema clave al obtener nuevas concesiones del sindicato de automóviles estadounidenses UAW. Y alcanzó un acuerdo similar el viernes con el sindicato canadiense TCA.

Aunque fundamentales, estos acuerdos sociales no son suficientes: todavía falta que GM reestructure $27,000 millones de deuda obligatoria garantizada. El grupo le dio tiempo hasta el martes a sus acreedores para llevarle sus títulos.

Les propone convertir su deuda en acciones, operación tras la cual obtendrían el 10 por ciento del capital, contra 39 por ciento para la UAW y más de 50 por ciento para el Estado federal. Esta repartición de las acciones molesta a los inversores, entre los cuales hay pequeños accionistas.

»GM se encuentra en una situación similar a la de Chrysler antes de que éste se declarara en quiebra», observó una fuente del mercado. Chrysler »alcanzó un acuerdo de último minuto con la UAW, pero la reestructuración de la deuda fracasó», lo que la llevó a pedir la protección de la Ley de Quiebras a fines de abril.

Douglas Bernstein, un abogado representante de los fabricantes de equipamiento para automóviles en la quiebra de Chrysler, subrayó que quienes tienen títulos de GM están bajo fuerte presión tras el precedente de Chrysler.

»Para un acreedor de GM, debe comprender que el verdadero riesgo es encontrarse con nada o casi nada», estimó.

Contrariamente al caso de Chrysler, cuya deuda está en manos de algunas decenas de establecimientos financieros, la deuda de GM está repartida entre 120 establecimientos financieros y 100,000 inversores individuales.

Por su parte, Chrysler, donde las cosas avanzan en forma acelerada desde el pedido de quiebra, tiene el miércoles la cita más importante de su proceso, explicó una fuente judicial.

Arthur González, el juez a cargo del caso, debe pronunciarse sobre el plan orquestado por Washington, que prevé que los activos sanos del grupo sean retomados por un consorcio estructurado en torno al italiano Fiat.

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