Crisis frena divorcios en España

Madrid.- La crisis económica, que se traduce en España en más de cuatro millones de desempleados, ha reducido el número de demandas de divorcio, pero las que se producen son más conflictivas.

En los Juzgados se incrementan las ejecuciones por impago de pensiones alimenticias o compensatorias y en los despachos de abogados de familia han aumentado también los trámites de divorciados que han perdido el empleo o complementos salariales, y que piden reducir las manutenciones establecidas por el juez.

Con las estrecheces económicas "se hace más difícil alcanzar acuerdos", señaló en declaraciones a Efe el abogado Luis Zarraluqui, que preside el mayor despacho especializado en Derecho Familiar.

Hay profesionales, asalariados o autónomos, añade, que han visto mermar sus ingresos, pero también sus cónyuges creen ver en la crisis un pretexto para reducir las obligaciones.

Por ello, aumentan los contenciosos. Según la estadística de divorcios, separaciones y nulidades del Consejo General del Poder Judicial, en 2008 se rompieron 131.060 parejas, frente a las 141.304 del año anterior. El 93% -121.814- fueron divorcios, y en 47.980 casos, se produjeron sin acuerdo.

El organismo judicial, en un informe sobre los efectos de la crisis económica, confirma un descenso en las rupturas, pero un incremento de los divorcios no consensuados, el 40%, a partir del segundo trimestre de 2008, "rompiéndose una fuerte tendencia decreciente". Y prevé un aumento de disoluciones en 2009.

Hay parejas que no se divorcian por el gasto que supone y optan por una separación de hecho con "acuerdos privados para dejar clara su nueva forma de vida, sin oficializarlo", explicó a Efe Trinidad Bernal, doctora en Psicología, con más de 20 años de experiencia en mediación familiar.

Sostiene también que puede haber una cierta disminución de divorcios, pero "no porque no existan, sino porque todo lo que supone un coste se aplaza, y se buscan otras fórmulas".

Si la situación económica es muy deficitaria, "la separación no se lleva a cabo, porque no hay nada que repartir", y las personas intentan ingeniárselas, aunque hay fórmulas de convivencia -opina- difíciles de mantener.

En España, un divorcio puede costar al menos unos 1.800 euros (unos 2.400 dólares), y se duplica si es contencioso.

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