Las fotos en bikini publicadas por un periódico argentino de la ex rehén bañándose con su nuevo supuesto amor en una playa de la ciudad de Miami, Estados Unidos, ha causado revuelo en Colombia, su país natal.
Inmediatamente las imágenes circularon por todo el Internet, la familia de Betancourt desmintió que se tratara de un nuevo amor, sino de un primo suyo que la acompañó a darse un “chapuzón” y solearse en la playa.
El revuelo no sólo se circunscribió al hombre que acompañó a Ingrid, sino a la fascinante escultura física que demostró tener la ex candidata a la presidencia de Colombia.
La gente continúa sindicando al hombre como “el nuevo amor de Ingrid”; pero un familiar aseguró que éste responde al nombre de Francisco y es hijo de Nancy Pulecio, tía de Betancourt, por lo cual sería su primo hermano.
Si es o no su nuevo amor está en discusión; pero algo que está a simple vista es que los seis años que Ingrid estuvo en cautiverio no le pasaron por encima, ya que luce un “cuerpazo” que cualquier aspirante a Miss Universo le gustaría tener.
En las fotos que han recorrido el mundo, Betancourt y su nuevo amor o primo, no se ve ninguna situación anormal: ni besos, ni abrazos, ni apretones de mano; se observa uno caminando al lado del otro y lo más cerca que estuvieron fue tendiendo una toalla en la arena.
El periódico argentino Perfil, en su edición digital, publicó lo siguiente:
La política franco-colombiana Ingrid Betancourt , ex rehén de la guerrilla de las FARC, está viviendo un nuevo romance, según una revista del corazón local cuyo último número -que comenzó a circular el sábado- publica fotografías de ésta en una playa de Miami con quien sería su nuevo amor.
"En la playa…¨y enamorada?", tituló la revista Caras Colombia, del grupo editorial Televisa, un artículo en el que se muestra a la ex candidata presidencial colombiana disfrutando en Miami de un soleado y apacible día de playa. Las fotografías fueron tomadas a mediados de diciembre pasado, cinco meses después del rescate -por parte del Ejército colombiano- de Betancourt, tres estadounidenses y once policías y militares de la nación andina en la denominada ‘Operación Jaque’.
"No son fotografías tomadas por un paparazzi. Las tomó un periodista colombiano que vive en esa ciudad y que logró acercarse a Betancourt porque, "como ella, también padeció el flagelo del secuestro", dijo Patricia Fajardo, directora de la publicación.
"La persona que captó las imágenes tuvo la oportunidad de hablar bastante con Ingrid esa mañana y fue testigo de todo el afecto y de las expresiones de cariño que tuvo con ese señor, que desafortunadamente nunca le fue presentado. Así que lamentablemente no sabemos aún de quién se trate", añadió Fajardo.
Según la directora de Caras-Colombia, "fueron muchas las actitudes cariñosas entre Betancourt y su amigo que le dieron a pensar al periodista que entre los dos existe una relación sentimental". Testigos del encuentro fueron los familiares de Ingrid:su madre Yolanda y sus hijos Lorenzo y Melanie Delloye.
AFP intentó comunicarse en Bogotá con familiares de la ex rehén para conocer una reacción a la versión periodística pero no fue posible obtener declaraciones. Las imágenes de Betancourt en traje de baño develan que la ex rehén conserva una buena figura gracias a que hace ejercicio diario, una costumbre que no abandonó ni durante los duros días de cautiverio en lo profundo de las selvas colombianas.
"Ingrid llamó la atención por su escultural cuerpo que lució en bikini", destaca la revista que dijo también que mientras Lorenzo intentaba practicar ‘surf’, Melanie se bronceaba y la madre de Betancourt leía, ésta se tomaba de la mano, dentro del mar, con su amigo, " con quien hablaba en francés". Betancourt estuvo casada con el diplomático francés Fabrice Delloye, padre de sus dos hijos, y luego con el publicista colombiano Juan Carlos Lecompte.
La respuesta de la familia, dada a conocer a través del diario colombiano El Tiempo es:
La aparición de Ingrid Betancourt, ex rehén de las FARC, en bikini y en una playa junto a un hombre desconocido causaron un revuelo que recorrió el mundo. Revuelo no sólo atribuído a la escultural figura que demostró la colombiana, sino por la identidad de la persona que la acompañaba, sindicada por muchos como "su nuevo amor".
La familia de Betancourt salió a confrontar al escándalo, originado en unas fotos publicadas por la revista Caras de Colombia. Un familiar aseguró que el hombre se llama Francisco y es hijo de Nancy Pulecio, tía de Ingrid, por lo cual sería su primo hermano.
Las fotos fueron tomadas en navidad, la primera vez que la familia festeja con Ingrid tras su liberación. "Ese día, el 25 de diciembre, nos habíamos ido todos a celebrar el cumpleaños de Íngrid a la playa y estuvimos muy contentos", dijo el familiar al diario colombiano El Tiempo.
Esa fecha era, además, el primer cumpleaños de Íngrid después de haber sido rescatada en junio de 2008, tras pasar más de seis años como rehén de las FARC en la selva colombiana.
