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Mejor el diálogo

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El enfrentamiento entre los gremios de la salud y el Gobierno  sigue un camino de altas y bajas, que debían esencialmente converger en el imprescindible y civilizado diálogo.  Representantes de organizaciones de la salud insisten en que se dialogue y han llamado a integrantes del Pacto Nacional para la Salud (Panasalud) a no dividirse en la lucha reivindicativa que persiguen.
 
Algunos no comparten las decisiones hasta ahora asumidas y la carta del Dr. William del Rosario marca pautas, sobre todo cuando riposta al vocero del gobierno, Roberto Rodríguez Marchena, con frases fuertes que acusan al funcionario de no conocer el verdadero sentido del trabajo que desarrollan los hombres y mujeres de las batas blancas, que luego de “estudiar 10 y 15 años para salvar vidas”, ven “a las personas morir por falta de un ventilador, por falta de una unidad de sangre o por falta de una incubadora”.
 
El doctor acusa a las autoridades “de la corrupción rampante y desmedida de muchos funcionarios y de la indolencia de los gobiernos que prefieren gastar millones de pesos en una campaña electoral que lo único que deja al país es ruido y basura viendo que todo el sistema de salud se viene abajo por falta de presupuesto”.
 
Indudablemente, hay mucha verdad en las expresiones de William del Rosario; pero afirmar que los gremios de la salud no son parte del problema, deja manca a la diosa de la justicia, más allá de tener ojos tapados. El drama que vive a diario el pueblo dominicano en los hospitales, es desalentador y toca a quienes ejercen el poder en la nación; pero, también a ese personal que cada día se coloca frente a lo más difícil que puede experimentar el ser humano, las enfermedades y la muerte.
 
Siendo así, y ante la inminencia de la muerte, donde todos, absolutamente todos “somos iguales”, como plantea el doctor del Rosario, precisamos que los unos y los otros se sienten a hablar, porque de esos resultados dependen soluciones que la población, que no es médica, ni Gobierno, no puede dar.

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