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La Tribu empieza a jugar como un favorito

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CHICAGO.- Los Indios de Cleveland han empezado a jugar como se suponía que lo harían.
 
Aunque su récord de 10-8 no encandile a nadie, les da una proyección de 90 victorias en 162 juegos. Y fue sólo durante esta última semana que los vigentes campeones de la Liga Americana encontraron su ritmo.
 
Cuando se fueron camino a Cleveland la noche del domingo, después de una derrota por 6-2 ante los Medias Blancas, estaban en mejor posición que la última vez que se marcharon de Chicago después del Juego 5 de la Serie Mundial.
 
Esta vez, regresan al Progressive Field para verse las caras con los Astros en una serie de pesos pesados, pero que obviamente no tendrá la adrenalina del Juego 6 del Clásico de Otoño. La decepción tras la derrota contra los Cachorros no se va a ir a ninguna parte rápido, aunque un campeonato este año la convertiría en otro paso durante la travesía, no en el final del camino.
 
Para la tranquilidad mental de los Indios, esperamos que se puedan mantener jugando a toda máquina. El desgaste les va a pegar a todos los equipos este año, incluida la Tribu.
 
Pero el equipo que el presidente de operaciones de béisbol Chris Antonetti y el gerente general Mike Chernoff han armado, al menos por hora, es mejor que el que se quedó a una carrera de terminar con la sequía de títulos de los Indios que remonta a 1948.
 
Esa es mi opinión, por cierto, no la del manager Terry Francona, quien sabe que en el béisbol nada se mantiene igual por mucho tiempo.
 
«Creo que siempre es algo muy fluido», dijo Francona, quien está en su quinta campaña al frente de los Indios. «Eso es algo que tiene el béisbol. No te puedes dejar llevar demasiado por lo que ya lograste. Esa es la mejor palabra que puedo utilizar: fluido. Juegas tus partidos, con suerte bien, y sigues adelante. Y si no juegas bien, también sigues adelante».
 
Los Indios siguieron adelante muchas veces en otoño pasado y lo hicieron bajo circunstancias difíciles.
 
Fue impresionante que pudiesen barrer a los Medias Rojas y pasarles por encima a los Azulejos para llegar a la Serie Mundial, y aun más impresionante que se pusiesen arriba tres juegos a uno sobre los Cachorros. Lo lograron sin dos de sus tres mejores abridores, además del jardinero izquierdo Michael Brantley y el receptor Yan Gomes.
 
Mike Napoli también estuvo muy golpeado y poco productivo durante la postemporada.
 
El hecho de que casi derrotaran a los Cachorros no hace sino hablar maravillas de jugadores como el puertorriqueño Francisco Lindor, Jason Kipnis, el dominicano José Ramírez, Corey Kluber y Andrew Miller. El grupo habló constantemente durante los entrenamientos primaverales sobre cómo haber llegado al 10mo inning del Juego 7 los ha inspirado para finalizar el trabajo esta temporada.
 
Muchos los nombraron favoritos para repetir como campeones de la Liga Americana, en parte porque le dieron un contrato de US$60 millones al toletero dominicano Edwin Encarnación para reemplazar a Napoli en el medio del lineup.
 
También esperaban recibir de vuelta a Brantley después de dos operaciones del hombro, a Gomes también tras una lesión en el hombro derecho y poder volver a contar con una rotación compuesta por Kluber, el venezolano Carlos Carrasco, el dominicano Danny Salazar, Trevor Bauer y Josh Tomlin.
 
Pues todo eso se les ha cumplido.
 
Kipnis pasó la primavera batallando con un hombro adolorido y empezó la temporada en la lista de lesionados, antes de ser activado el viernes, dándole a Francona su primera oportunidad de llenar un lineup con todas las piezas desde que Brantley se lesionó a finales del 2015.
 
«Tenemos a Kipnis de regreso», dijo Francona. «Ahora hay que darle unos cuantos turnos. Brantley pareciese estar de vuelta. Son cosas buenas».
 
Brantley, ciertamente, pareciese estar de regreso. Después del juego del domingo batea .310 con tres jonrones y .902 de OPS (porcentaje de embasarse más slugging).
 
Junto con Encarnación y Ramírez, Kipnis y Brantley son los bateadores perfectos para rodear a Lindor, quien se ha convertido en uno de los bateadores más peligrosos de la Liga Americana. El domingo depositó una curva de Derek Holland en el bullpen por el jardín izquierdo y terminó la jornada con promedio de .315, cinco jonrones y .990 de OPS.
 
«Es un out difícil», dijo Holland. «Hasta ahora ha tenido una temporada increíble. Definitivamente, es divertido verlo jugar. Es una estrella».
 
Aunque Salazar no estuvo tan fino contra los Medias Blancas, tiró cinco innings. Fue el noveno juego corrido en el que el abridor de Cleveland llegó al menos hasta el quinto episodio. Y antes del duelo del domingo, la Tribu había ganado cinco juegos seguidos.
 
Debido a las lesiones de Carrasco y Salazar al final de la temporada pasada, Francona utilizó a sus abridores con menos días de descanso de lo habitual en cuatro de los siete juegos contra los Cachorros, incluidas las dos aperturas de Kluber. Eso jugó un papel importante para que Chicago acabase con su sequía de 108 años.
 
Por los momentos, todo está marchando bien en esta travesía de los Indios por conseguir una nueva oportunidad de alcanzar la gloria.
 
«Vemos bien el equipo que tenemos», dijo Francona. «Pero aquí no te regalan nada. Hay que salir a jugar y ver qué tan buenos podemos volvernos».

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