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Crisis financiera atrapa atención aspirantes dirigir CIDH

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La grave crisis financiera que agobia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acaparó el lunes la atención de los aspirantes finalistas a desempeñarse como secretario ejecutivo.
 
La estadounidense Elizabeth Abi-Mershed, el brasileño Paulo Abrao, el uruguayo Renzo Pomi y el colombiano Michael Reed-Hurtado presentaron sus propuestas para reemplazar hasta 2020 a Emilio Álvarez, quien anunció en enero que no buscará la reelección cuando su mandato termine en agosto.
 
La quinta finalista, la beliceña Lisa M. Shoman, no participó.
 
Durante un simposio celebrado por la organización no gubernamental Open Society Foundations, Abi-Mershed dijo que de obtener el cargo buscaría diversificar las fuentes de financiamiento de una manera sostenible, y para ello celebraría una conferencia anual de donantes.
 
La meta de la reunión sería «involucrarlos más y convencerles de que pueden contribuir a nuestro plan estratégico en base a programas y a una visión más coherente».
 
Los fondos ordinarios de la Organización de Estados Americanos (OEA), cercanos a 5 millones de dólares anuales financian solo a 31 empleados de la CIDH, mientras que sus 47 funcionarios restantes son financiados gracias a donaciones.
 
La Comisión, basada en Washington, dijo en mayo que el 31 de julio de 2016 se vencerán los contratos del 40% de su personal y que no cuenta con los fondos ni espera obtenerlos para renovarlos.
 
Pomi identificó como prioridad inmediata lograr apoyo político de varios gobiernos de la región a la CIDH para consolidar su sustentabilidad financiera.
 
«La falta de apoyo financiero es la consecuencia de una falta de apoyo político», indicó.
«Si tenemos 30 países en el sistema que incluyen dos potencias mundiales y economías emergentes, y tenemos que el presupuesto de la Comisión es de solo unos millones de dólares, no parece loco pensar que si hubiera voluntad política el financiamiento estaría cubierto.»
 
Reed-Hurtado consideró que el principal reto es superar la noción de crisis, la cual en su opinión puede afectar el funcionamiento de la organización y su planificación a futuro.
«Hay que nombrar esa crisis, delimitarla, establecerla, estudiarla y plantear una meta inmediata para superarla», aseveró.
 
Abrao destacó la importancia de elaborar un plan estratégico adecuado, y lo describió como «el momento central de cualquier organización para dotar de una visión práctica a los mandatos originarios».
 
Los siete integrantes de la CIDH escogerán al candidato más calificado por consenso o por mayoría absoluta y luego propondrán la designación al secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro.

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