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Meditabundo: cuidar, defender la patria. No destruirla

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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He vivido en la creencia que el ser humano por naturaleza tiene una disposición moral. Virtud que lo relaciona con los demás y como individuo con todos es buena y está apto, capaz de vivir en la que la libre evolución sea lo común.
 
Me he considerado un ser de cambio, en sí reformar por naturaleza. Cuando la caída de la tiranía de Trujillo acaricié la idea, creía surgirían grandes cambios, las ansiadas transformaciones democráticas, firmes, profundas. Pero, ha sucedido todo lo contrario de lo esperado. Estamos peor en todo sentido. Hemos caído en la degradación que salir a la calle es una incógnita, nada de seguridad personal. No existe el valor de ser humano de bien, la dignidad humana se ha perdido, nada se respeta. La ley no existe, cada cual hace lo que le viene en gana y nada lo detiene.
 
La sociedad al ser libre a desatado la iniciativa de haitianos que se adueñan de las aceras instalando un negocio de venta de frutas y es imposible caminar. Arrabalizan los lugares. Toda una actividad ilegal, para ellos no hay ley, así como han vividos lo están haciendo en nuestra sociedad que lo permite. Sabemos que hay los derechos del hombre, un derecho natural en toda las latitudes, Pero, en cada latitud hay leyes que cumplir y aquí las tenemos. Ese derecho no otorga el libre albedrío de hacer lo que le da su gana. Esta permisividad es dañina, ya basta de descuido. Es inaceptable cargar, aceptar los malos hábitos de los haitianos.
 
Dominicanos tenemos un capital de costumbres y esas costumbres la están pisoteando, no respetan nada, es urgente que la autoridad actúe. Poner en práctica que cada cual sea él mismo respetándose y respetar los intereses y la manera del otro. Como son y y no que solo sea el valor de uno. Es el rigor de la supervivencia humana de lo contrario el país seguirá perdiéndose y todos perderemos. Comprender el modo de pensar y actuar y darle a la política el sentido de moralidad en todos los aspectos de mutua colaboración. Es un tránsito que parece difícil, pero, no lo es, es la realidad que nos exige. La moral en la política es el deber de todos. Sabemos por experiencia, lo más duro, es un cambio, una reforma en el modo de pensar. Pero se puede reformar nuestras mentalidades, somos los dominicanos los únicos responsables de que esta patria sea digna de vivir en ella. Hagámoslo seamos uno en el amor a esta patria abonada por el esfuerzo y amor de la Juventud Trinitaria Duartiana. Tenemos esa deuda con ellos. Mantener la patria libre, sana, vivible. El deber exige deber y es nuestro. Ahora.
 
Me detuve, algo me llamó, se me presenta el hombre valiente, firme en su Peretroiska. Y les entrego lo que en mi bitácora copié de su grandeza. Recíbanlo como nuestro invitado de hoy: Mijail Gorbachov. “En nuestro país se producen grandes cambios también en la esfera espiritual. Pero mis reflexiones solo los acontecimientos de los últimos años me dicen que sólo la democracia no es suficiente. También es necesaria la moral. La democracia puede traer no solo el bien, sino también el mal, lo que es, es. Para nosotros es muy importante que en la sociedad arraigue la moral, las eternas verdades humanas como la bondad, la misericordia, la ayuda mutua”. Consérvense bueno.
 
Dominicanos la vida es para vivirla no para sufrirla. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.

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