Mucho ha pasado en inmigración en los Estados Unidos, desde que el nuevo gobierno tomó posesión. El miedo se ha apoderado de muchos extranjeros en el Estado de la Florida y en todo los Estados Unidos ante la incertidumbre de lo que puede pasar. La amenaza de remover a 11 millones de inmigrantes ilegales no es práctica y sería sumamente costosa.
Los inmigrantes son trabajadores, contribuyentes y pagan impuestos. Solo en el año 2014, en el Estado de la Florida, más de 500,000 personas trabajaron en compañías formadas por inmigrantes. Así mismo, compañías formadas por inmigrantes generaron más de $5.2 billones de ganancias en ese mismo año.
Varias propuestas legislativas se encuentran en el congreso, una de esas propuestas de ley, busca reducir drásticamente la inmigración a la mitad, excluyendo los padres de ciudadanos americanos como categoría inmediata, eliminando el programa de loterías de visas (diversity visas), que es el programa que otorga visas al azar a través de una lotería. En fin, el efecto sería cortar a la mitad los números de visas de inmigrantes (tarjetas de residencia) disponibles de un millón a 500,000 al año.
Así mismo, andan circulando propuestas de órdenes ejecutivas, que buscan limitar las visas H-1B (para profesiones especializadas) a aquellos que tengan un título universitario avanzado, salarios más altos para los beneficiarios de estas visas, e investigaciones exhaustivas para las visas H y L, así como la eliminación del NAFTA, restricción de los permisos de trabajo, y eliminación de varias categorías de familia que pueden pedir a sus familiares.
De hecho hace unos días, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), por sus siglas en inglés y el Departamento de Justicia anunciaron varias medidas para detener y detectar el fraude y abuso de visas H-1B, incluyendo un enfoque más específico al hacer visitas a las peticiones H-1B y los lugares de trabajo de los empleadores de H-1B.
Este es el momento de actuar, mi consejo es que para los que califiquen y puedan hacerse residentes que lo hagan, y los residentes que califiquen para la ciudadanía que la tramiten, porque siguen quitando derechos y no sabemos lo que va a acontecer.
-La autora del artículo es abogada de migración de Estados Unidos por más de 12 años y reside en Miami, Florida, Estados Unidos.
