Libro: Todo tiempo pasado fue mujer
Género: cuentos
Autor: Freddy Ortiz
Por el Dr.: Juan Martínez Luque
Extraño el inicio de la obra, donde el autor, de forma atrevida nos revela los motivos de la ausencia del prólogo: No solicito prólogo alguno para no comprometer a mis amigos, a redactarel consecuente, permisivo y complacientepreámbulo que adorna todos los libros con delicadas, obligadas y gentilesintroducciones.
Ya dentro, 14 cuentos ni cortos ni largos, justo a tamaño humano, donde una serie de leyendas comportan este libro de 160 páginas. Empieza por un viaje, por el hotel, por un despertador al que él describe; radio-reloj y por una canción, que con tonos suaves, a las siete de la mañana europea, un cantautor argentino deja su huella musical, suave y sensitiva, jugando al compás de la música afable, que seríael empiece de su libro. Siempre gritándole al oído, que todo tiempo pasado fue mujer.
No podía comenzar mejor nuestro autor, porque de forma involuntaria, tal vez, el armazón de su obra, inédita, sepultada bajo el silencio de la noche esperando el despertador atrevido, transfigura un pequeño cuento, convirtiendo la anécdota en su primera obra, que nos precipita hacia el contenido del resto, porque este inicio fue simplemente genial y queremos descubrir aún más.
Sigue otros tantos más, entre ellos, La elocuencia del Silencio, y así hasta el último.
Los cuentos son interesantes. El autor tiene una excelente imaginación, y sabe utilizar sus recursos para engalanarlos de forma atractiva, siempre pintando un final, con un sabor literario que, despierta el interés del lector.
Pasaron apenas cinco minutos cuando, inoculado por la curiosidad que llevamos en la sangre, igual que la adrenalina, volví a mirarle y allí estaban los mismos ojos. Estas frases, pertenecen al cuento, Lunáticos. El autor proyecta una sensibilidad solo al alcance de confirmados escritores, humanizando imágenes poéticas cargadas de pictóricas figuraciones que nos transportan hasta el lugar de la acción.
En el cuento El primer beso, un aprendiz a poeta, surge de las entrañas emocionales del deseo con el intento de liberar sus sentidos y revivir, junto a los labios de una mujer inteligente, el atrevido gesto, tímido y a la vez tierno, donde se describe que: la besó en largo beso, para terminar en la intensidad que pretende encontrar lo que la mujer esconde.
Freddy Ortiz convierte una acción romántica, lo que pudiese parecer un logro, en un fracaso. La forma elegante de traspasar los estados emocionales, es interesante, incluso apela a Platón, no sin antes recordar a Pessoa, para acabar con Malraux. El autor ilustra una serie de fragmentos con pasajes alegóricos de contenido sutil, lo que convierte este corto cuento en una lección que necesitaría algo más de frescura, un poco más de proceso; convertir el placer estético del aprendiz, que no logra su objetivo de conquistar aquella dama, en una acción mas intensa.
Otro cuento, La Elocuencia del Silencio. A este viejo zorro, (escritos del autor), efectivamente se le escapó un detalle. Parece falto de sentido común, cuando dice que se conocieron en un lugar donde ambos coincidieron: es lógico porque de no haber coincidido no se hubiesen conocido. Este cuento estáredactado de forma muy personal, cambiando los tiempos verbales con osada espontaneidad. El contenido podría,haber sido mejor, si Freddy Ortiz, hubiese eliminado algunos detalles relativos al tiempo, excluido varios nudos complicados, a mi parecer innecesarios, pero todo esto se olvida en esta elocuencia donde el silencio aparece al final del cuento de forma magistral, con esa sonrisa que invita al silencio a presentarse como un lenguaje de códigos que no precisa palabra. Esplendido final que marca la personalidad del autor, y su forma con gesto de cátedra experimentada, otorga a esa narrativa o cuento largo, un final que manifiesta la destreza del autor, de extrema sutileza con un frenesí donde el silencio es el mejor aliado del recuerdo.
Acabaría con la sorpresa de un verdadero cuento corto que manifiesta una formidable reflexión, cuando en Si Rita no hubiera muerto, un párrafo de elevada calidad, nos precisa que Le pediría desnudar su alma por completo, para que me diera una evaluación sincera de nuestros años juntos, Es obvio, que el autor quiere convencer a cada lector, de su sensibilidad, porque ella dejó el vacío en mí, tras ausentarse para siempre, y de nuevo recuerda cada mirada de Rita, a través de las ventanas del tiempo, porque de nuevo, resonamos: Que cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Dr. Juan Martínez Luque
